Paula Mercado, Directora de Análisis de VDOS.

La inversión sostenible está lentamente cambiando el mundo. Una de las más recientes manifestaciones, que ha dado un impulso a este tipo de inversión, tuvo lugar el pasado 14 de marzo en Bruselas con el lanzamiento del Índice Global de `Finanzas Verdes¿ - Global Green Finance Index (GGFI 1) - por parte de Finance Watch y el think tank Z/Yen.

El índice proporciona un ranking de los centros financieros globales de acuerdo con la percepción sobre la calidad y profundidad de sus ofertas en finanzas verdes, que en su inauguración presentaba a los centros financieros europeos a la cabeza respecto a otras regiones.

Pero tal vez nos preguntemos si la inversión sostenible tiene aceptación entre la población inversora y si, por tanto, tiene potencial de continuación o se trata sólo de una moda pasajera a la que se han adherido los millenials (nacidos en la década de 1980) tan aficionados a seguir las últimas tendencias. Tal como exponía la Directora de Integración de Criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) de Robeco recientemente, un estudio de la gestora revela un interés bastante distribuido entre los grupos de población de diferentes edades.

El mayor porcentaje de los que muestran un mayor interés por la sostenibilidad corresponde al grupo de inversores minoristas holandeses mayores de 50 años, de los que un 70 por ciento muestra un manifiesto interés por la sostenibilidad, respecto a un 66 por ciento del grupo de entre 34 y 50 años y un 67 por ciento del grupo de edades de entre 18 y 34 años.

La distribución de los que finalmente pasaron a los hechos, invirtiendo en fondos sostenibles, es algo diferente: un 28 por ciento de los mayores de 50 años, un 29 por ciento de la franja de edad de entre 34 y 50 años y un 26 por ciento entre 18 y 34 años.

Si bien el estudio no ha sido científicamente exhaustivo, ofrece una visión bastante aproximada del reconocimiento y el compromiso de los inversores respecto a la inversión en fondos sostenibles. En España disponemos también de una oferta de este tipo de fondos, accesibles para su identificación como tal desde la página www.spainsif.es de la Asociación Española de Inversión Sostenible y Responsable.

A través de la plataforma de búsqueda de VDOS, disponible desde la opción `Fondos ISR¿ del menú, se ha hecho una selección de los fondos nacionales, asociados a Spainsif y que han declarado seguir los criterios ASG para su gestión.

Puesto que la sostenibilidad implica un comportamiento positivo no sólo en el futuro inmediato, sino a largo plazo, se ha tomado como referencia los que presentan el mejor resultado por rentabilidad en el último periodo de 5 años.

De este grupo de fondos, BBVA BOLSA DESARROLLO SOSTENIBLE es el más rentable en el periodo seleccionado, con un 42,64 por ciento, tras terminar 2017 con una revalorización de 6,22 por ciento. En el último periodo anual, su volatilidad es de 6,05 por ciento.

Se define como fondo ético, teniendo más del 75 por ciento de la exposición total en renta variable de la OCDE, focalizando su inversión en empresas que integren en su estrategia y actividades operativas oportunidades y riesgos medioambientales sociales y de gobernabilidad, con perspectiva de crear valor a medio/largo plazo. Incluye empresas de índices como IBEX 35, S&P 100, EUROSTOXX 50, Topix 30, Eurotop 100 y S&P 500.

Con un patrimonio total de 48 millones de euros, las 5 mayores posiciones en su cartera corresponden a contratos de Futuro sobre el índice MSCI Daily Tr Net World USD10 (6,77%) sobre el S&P TSX 60 Index Underlying 200 (-2,14%) sobre el S&P 500 Underlying 50 (1,97%) Letras del Tesoro de EE.UU. (1,94%) y acciones de la tecnológica Seagate Technology PLC (1,13%). Su Calificación MSCI Calificación Calidad ASG es de 6,6, en una escala de 0 a 10.

Con calificación MSCI Calificación Calidad ASG de 6,7 ROBUST RENTA VARIABLE MIXTA INTERNACIONAL se revaloriza un 36,21 por ciento a cinco años, tras cerrar 2017 con una ganancia de 5,97 por ciento. Registra un dato de volatilidad a un año de 5,21 por ciento. De la categoría VDOS Mixto Agresivo Global, su exposición a renta variable oscila entre 0 y 75 por ciento, correspondiendo a empresas de países de la OCDE, con preferencia de emisores de la zona euro y de Estados Unidos.

La exposición a la renta fija, pública o privada, corresponde por lo general a activos de una calificación crediticia alta. Toma como referencia de gestión los índices STOXX Europe 600, S&P 500 y EuroMTS Eurozone Governments Bond 1-3 años. Con un patrimonio bajo gestión de 16 millones de euros, entre sus mayores posiciones encontramos acciones de Microsoft Corp (5,28%) Capgemini SE (5,11%) Alphabet Inc (5,10%) Roche Holding AG (4,81%) y Royal Philips (4,81%).

La mayor calificación (7,6) MSCI Calificación Calidad ASG de los tres fondos corresponde a SANTANDER SOLIDARIO DIVIDENDO EUROPA que terminaba el pasado año con una rentabilidad de 4,71 por ciento, acumulando a cinco años una revalorización de 26,71 por ciento. Su volatilidad en el último año es de 6,16 por ciento, posicionándose por tal concepto en el segundo mejor grupo de los fondos de su categoría, en el quintil cuatro.

Tiene entre un 75 y  un 100 por ciento de su exposición total en empresas europeas de cualquier sector con elevada y sostenible rentabilidad por dividendo. Invierte conforme a criterios tanto financieros como éticos, de acuerdo con el ideario marcado por su Comité Ético, en función del cual la Gestora decide la política de inversión del fondo, con arreglo a criterios excluyentes y valorativos. Gestiona un patrimonio de 27 millones de euros, correspondiendo las mayores posiciones en su cartera a acciones de Unilever NV (3,11%) Roche Holding A (2,87%) Nestle SA (2,78%) WPP PLC (2,54%) y Relx NV (2,50%).

La sostenibilidad parece haber arraigado especialmente a partir del Acuerdo de Paris, alcanzado tras la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (`COP21¿), celebrada en París en 2015. Este Acuerdo, ratificado por 174 países el 22 de abril de 2016, lanzó al mundo el reto de limitar el calentamiento global a menos de dos grados centígrados sobre los niveles preindustriales. Parece difícil que este compromiso permita que la sostenibilidad sea sólo una moda que el viento y el tiempo harán olvidar.