El estudio muestra que las entradas netas en fondos mixtos permanecieron estables durante las fases alcistas y bajistas de los mercados, lo que proporciona a los inversores "autodisciplina" y vinculación "a una estrategia estable".
En Europa, entre 2002 y 2017, los fondos mixtos pasaron de suponer el 12 % del capital invertido al 32 % y recibieron 870.000 millones de euros, por encima de los de renta fija (504.000 millones) y los de renta variable (44.000 millones).
Ello demuestra, en opinión del director de Global Capital Market Analysis de la compañía, Hans-Jörg Naumer, que en el Viejo Continente los fondos mixtos "no son un complemento, sino un activo en sí, sin correlación con los -fondos- de bonos o renta variable".
En cambio, en Estados Unidos en los últimos quince años la inversión en carteras mixtas sólo han aumentado desde el 6 % que supusieron en 2002 al 13 % del pasado año, cuando sumaron 1,139 billones de dólares, frente a los de acciones, con 2,107 billones y de bonos, con 2,065 billones.