De este modo, confía en que España pueda estar a la cabeza en el estímulo de la innovación financiera, ya que son muy pocos los países -"los más punteros"- que han puesto en marcha un marco de pruebas para mejorar la regulación financiera.
Se trata, ha explicado durante su comparecencia en el Congreso, de diseñar un espacio controlado en el que la banca y las fintech puedan ensayar con nuevas tecnologías con clientes reales con las máximas cautelas, ya que estará bajo la supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La CNMV fue una de las primeras instituciones en mostrar su apoyo por este tipo de iniciativa, que han reclamado tanto los bancos como las fintech.
Además, en la agenda reformista de Escolano también se incluye la revisión de los instrumentos de apoyo a las pymes con los que cuenta el Ministerio de Economía, más allá del Instituto de Crédito Oficial, para mejorar la coordinación.
Igualmente quiere revisa el papel de Cersa, la compañía que da cobertura parcial del riesgo que asumen las sociedades de garantía recíproca con las pymes que necesitan garantías adiciones para conseguir crédito, o de Cesce, que cubre riesgos relacionados con la internacionalización de las empresas españolas.