Los operadores Eternal Link y FSHO deberán suspender sus operaciones hasta comienzos de junio, anunció hoy la Agencia nipona de Servicios Financieros (FSA), que también ha ordenado a otro mercado, Last Roots, mejorar sus medidas de seguridad y supervisión interna.

Sobre FSHO ya pesaba una orden de suspensión desde marzo, y el regulador nipón ha decidido extender la sanción al no cumplir requerimientos como verificar los datos de identidad de sus usuarios, una medida destinada a evitar el lavado de dinero u otros delitos financieros.

Las autoridades niponas han intensificado su vigilancia sobre las casas de cambio locales e incrementado sus requisitos de seguridad a raíz del hackeo en enero de Coincheck, hasta ahora el mayor del sector, en el que desaparecieron monedas virtuales NEM por valor de unos 58.000 millones de yenes (440 millones de euros).

La mayor presión regulatoria está causando que operadores de menor tamaño sean sancionados o se vean obligados a suspender sus actividades al no poder acometer los requerimientos de seguridad más estrictos, por falta de recursos técnicos y humanos.

Las nuevas sanciones de la FSA han sido anunciadas el mismo día en que Coincheck confirmaba su venta al grupo financiero Monex, una operación valorada en 3.600 millones de yenes (27,4 millones de euros) y destinada a sanear sus cuentas tras el ciberataque.

El precio del bitcóin, la más popular de las criptomonedas, llegó a registrar una caída del 4 por ciento tras conocerse la decisión de la FSA, y en torno a las 17.00 hora local (8.00 GMT) se cotizaba en los 719.000 yenes (5.475 euros) en los principales mercados nipones.

Japón, país que cuenta con una legislación pionera sobre las criptomonedas y los mercados de este tipo de divisas, aglutina actualmente más de la mitad del volumen global de operaciones en bitcóin. EFECOM

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