"La perspectiva positiva del rating a largo plazo de Japón refleja nuestra opinión de que un crecimiento económico nominal por encima del 2%, junto a tipos de interés reales negativos efectivos, permitiría estabilizar antes de lo esperado la carga de la deuda del emisor soberano", explicó la agencia, advirtiendo de que podría revisar a estable esta perspectiva si la evolución económica fuera materialmente más débil de lo proyectado.
En su análisis, S&P Global señala que el rating japonés viene respaldado por la "formidable posición externa" del país y la prosperidad y diversificación de su economía, así como su estabilidad política y financiera, elementos que contribuyen y se benefician del estatus del yen como moneda de reserva global, mientras que estos factores se ven contrarrestados por unas cuentas públicas "muy débiles" lastradas por el envejecimiento de la población y la persistente baja inflación.
Según la calificadora de riesgos, el crecimiento del PIB japonés alcanzará este año el 1,3%, para moderarse al 0,9% en 2019 y al 0,4% en 2020, mientras que en 2021 repuntaría al 1,2%, mientras que la ratio de deuda pública cerrará en el 126% del PIB en 2018 y bajaría al 127,2% el próximo año para subir al 129,6% en 2020 y al 130,5% un año después.