La cuenta es sencilla. El valor de los activos españoles repuntó en 2017 hasta los 2,147 billones de euros. Como, en paralelo, la deuda cayó hasta los 774.508 millones, la diferencia arroja como resultado una riqueza financiera neta de 1,373 billones de euros, un volumen sin precedentes. Las Cuentas Financieras de la economía española, publicadas este lunes por el Banco de España (BdE), reflejan que la apuesta de las familias por los fondos de inversión ha sido clave en este récord.
La participación en estos productos alcanzó en 2017 los 312.551 millones de euros, lo que supone un máximo en la serie histórica, superando notablemente los 278.208 millones del año anterior. Además, los fondos de inversión se han convertido en la partida con mayor crecimiento año a año dentro de los activos financieros de las familias.
Durante la crisis, los españoles redujeron notablemente su participación en fondos, y en 2010 apenas había invertidos 131.191 millones en este tipo de activos, frente a los 838.871 millones en depósitos y efectivo. La cifra fue cayendo en los años siguientes hasta tocar mínimos de 117.926 millones en 2012. Sin embargo, 2013 supuso un punto de inflexión con crecimientos año a año hasta llegar al record actual.
La cifra contrasta con la caída registrada por el dinero en efectivo y depósitos que, siguiendo la tendencia contraria que los fondos, se situó en los 856.940 millones de euros en 2017, un 0,21% menos que los 858.815 de 2016. Eliminando el efectivo, la cifra de depósitos se situó en más de 794.000 millones de euros, con lo que esta clase de activos sigue representando la mayor parte del ahorro de los españoles. En concreto, la suma conjunta de efectivo y depósitos supone un 40% del total, seguido de participaciones en el capital (26%), seguros y fondos de pensiones (16%) y participaciones en fondos de inversión (15%).
Según detalla el BdE, los activos financieros sumaron 50.000 millones de euros durante el pasado ejercicio. Del total, 30.000 millones correspondieron a la adquisición neta de activos y los 20.000 millones restantes, a la revalorización bursátil. En 2017, el Ibex 35 se revalorizó un 7,4%, su mayor subida anual desde 2013.