La firma financiera Morgan Stanley informó de que los niveles de ventas de los teléfonos iPhone van a decepcionar al mercado en junio próximo, y comentarios parecidos fueron emitidos también por Merrill Lynch y JPMorgan. Apple se resiente y sus títulos caen un 4%. Llueve sobre mojado en la gigante de Cupertino. Sus acciones pierden más de un 6% en solo dos días. Un porcentaje que se traduce en la volatilización de más de 55.000 millones de dólares. Los recortes de consejo inversor, con débiles previsiones para sus próximos resultados, que han seguido a las alertas de los fabricantes de microchis extienden el castigo sobre la tecnológica.
El S&P 500 cedió un 0,85% o 22,99 puntos, hasta 2.670,14 puntos, y el índice compuesto del Nasdaq, en el que cotizan las principales firmas tecnológicas, perdió un 1,3% o 91,93 puntos, hasta 7.146,13 unidades.
La jornada de este viernes está huérfana de grandes referencias macro en la economía estadounidense, lo que dirige aún más la atención de los inversores a los resultados corporativos y a las declaraciones de última hora sobre tipos y la escalada de precios del petróleo. Por lo que se refiere a las primeras, el presidente de la Reserva Federal de Chicago protagoniza una ponencia en el Graaskamp Center mientras el bono a diez años cotiza cerca de máximos de dos meses, en el entorno del 2,9%.
En cuanto al petróleo, los mensajes de Donald Trump a través de su cuenta personal de Twitter contra las políticas implementadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que calmaban a primera hora el ascenso de la preciada materia prima, se quedan sin efecto a media sesión. El barril Texas, referencia en EEUU cotiza por encima de los 68 dólares.
General Electric dio unos datos sobre beneficios que estuvieron por encima de lo esperado. Wall Street, que viene castigando a este grupo desde hace tiempo por el proceso de transformaciones que está sufriendo, lo recompensó hoy con un avance del 3,9%.
Por sectores, sólo avanzó el financiero, un 0,05 %, mientras que los retrocesos mayores los tuvieron el de bienes de consumo esencial (-1,68 %), el tecnológico (-1,51 %) y el de bienes de consumo cíclico (-1,02 %).
De los treinta títulos incluidos en el Dow Jones, el avance de General Electric fue seguido por el de la firma deportiva Nike (0,55 %) y el de la farmacéutica Merck (0,32 %).
Los retrocesos mayores dentro de ese grupo los tuvieron Apple, IBM (-1,90 %) y American Express (-1,54 %).
Más amables son las noticias que llegan con la apertura de Wall Street para los accionistas de Kroger, que lanza un nuevo programa de recompra de acciones propias por 1.200 millones de dólares a sumar a los 1.000 millones que ya había aprobado para este fin el pasado mes de marzo. El gigante minorista dedicará a este fin parte del capital conseguido con la venta de sus tiendas de proximidad.
En el ánimo de los operadores influyó también el avance en el rendimiento del bono el Tesoro a diez años, que al cierre de Wall Street estaba en el 2,958 %, en una tendencia que, de persistir, restará dinero al mercado bursátil porque representa más riesgos.