La previsión de Axesor sobre la coyuntura española, recogida en su boletin Focus Brief, sigue la línea de las previsiones de instituciones como el propio Gobierno o el FMI y proyecta un crecimiento del 2,8% para 2018 y el 0,7% al cierre este primer trimestre, "bajo la hipótesis de que la situación en Cataluña siga bajo control", ha matizado.

Sobre esta situación, Axesor ha señalado que "de prolongarse mucho en el tiempo, podría significar un frenazo al crecimiento en esta región, con efectos también potencialmente negativos, si bien sustancialmente menores, sobre la recuperación del conjunto de la economía española".

Según el criterio de la agencia, el buen desempeño de la economía favorecerá que el déficit público se sitúe al final de año alrededor del 2,5% del PIB, "de modo que la recaudación crecerá por encima del crecimiento del PIB nominal pese al impacto de las rebajas contempladas en los presupuestos en IRPF e IVA".

ALERTA DEL ENDEUDAMIENTO DE LOS HOGARES

El informe subraya asimismo que la necesidad de financiación en los hogares implica que el ahorro "no es suficiente" para financiar las necesidades de inversión del sector y que, por tanto, "se deben endeudar", lo que "hace la economía más vulnerable".

No obstante, el análisis defiende que esta tendencia es "coherente con un contexto en el que las expectativas de los hogares han ido mejorando", es decir, "disminuyendo el ahorro por motivos de precaución". El ahorro de los hogares se situó hasta el 5,7% de la renta disponible, el mínimo de la serie histórica.

La agencia achaca el aumento en los niveles de renta a la creación de empleo de bajos salarios, "cuya propensión a consumir es más elevada que el resto", una tendencia que no es sostenible y que, de mantenerse, provocaría "desequilibrios no deseados".

Para terminar, el estudio aboga por importar bienes de equipo y maquinaria que permita a la economía española "reforzar su capacidad productiva en aras a exportar más y con mayor valor añadido" para devolver deuda, que se sitúa al 86,5% del PIB y se mantiene "alejada de lo que Europa considera óptimo (35% del PIB)".

Esta posición deudora se debe, en parte, al gasto doméstico en bienes de consumo y en vivienda señalado anteriormente, que está afectando a la balanza comercial "importando bienes y servicios distintos de los que necesitaría importar la economía española".