Concretamente, el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica de EEUU, se ralentizó a una tasa del 1,1%, el ritmo más lento desde el segundo trimestre de 2013, después de anotarse un fuerte crecimiento del 4% en el cuarto trimestre de 2017. De su lado, el gasto empresarial en equipos disminuyó un 4,7% entre enero y marzo.
Asimismo, el gasto del Gobierno creció a una tasa del 1,2%, frente al 3% del trimestre precedente. Se espera que el gasto gubernamental se acelere a partir del segundo trimestre tras la aprobación por parte de la Administración de Donald Trump de un mayor techo del mismo.
De igual forma, la balanza comercial sumó 0,20 puntos porcentuales al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) debido a un aumento de las exportaciones, gracias, en parte, al debilitamiento del dólar, y que contrarrestó el menor aumento de las importaciones.
Por otro lado, el Departamento estadounidense informó de que los ingresos personales disponibles de los estadounidenses aumentaron un 6,2% en el primer trimestre y la tasa de ahorro personal se situó en el 3,1%, frente al 2,6% del cuarto trimestre.