¿Ofertas agresivas¿. Es la frase más escuchada entre los directivos bancarios en estos días de presentación de resultados de las entidades. Todos niegan participar en una guerra de ofertas en el mercado hipotecario. Pero lo cierto es que los datos reflejan cómo la batalla está más abierta que nunca. Tras consolidar la caída de los tipos fijos, el objetivo es llevar ahora los variables a niveles ultracompetitivos.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan la realidad. Las entidades concedieron en febrero préstamos hipotecarios para vivienda habitual con unos intereses medios del 2,66%, el tipo más bajo de los últimos 15 años. ¿Esto hace indicar que los tipos de interés de las hipotecas fijas y variables están bajando con el fin de atraer a nuevos clientes. Hay que remontarse a octubre de 2017 para encontrar un tipo de este nivel, en concreto estaba en un 2,67%¿, explican desde iAhorro.
Las estadísticas también reflejan cómo en febrero se formalizaron 27.945 hipotecas, una cifra muy superior a la registrada en el mismo mes de 2017, cuando se concedieron 24.342 hipotecas para vivienda habitual. La tendencia alcista es evidente este año, después de que diciembre de 2017 finalizara con 20.681 préstamos de este tipo firmados.
A pesar de ello, los banqueros descartan que el sector vaya a tropezar con piedra de una nueva burbuja de crédito. Lo decía el jueves Jaume Guardiola, consejero delegado del Sabadell, en la presentación de resultados de la entidad. ¿La evolución del negocio bancario español es sana, y tanto la rebaja en los niveles de morosidad como la nueva producción de hipotecas se está haciendo muy bien en términos generales¿, aseguraba el directivo, explicando que los niveles de producción aún están muy lejos de los que registrados en los años previos a la crisis. ¿En Sabadell, por ejemplo, la ratio respecto a máximos de 2007 aún está en el 25%, y queda mucho margen de mejora¿.
En el mismo sentido se ha manifestado esta semana José Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander, con una llamada al 'queno cunda el pánico' ante la evolución de este segmento, aún muy lejos de los exagerados niveles de los años previos a la crisis.
Ambos han manifestado que no están en la `guerra¿. Que no competirán contra ¿ofertas agresivas¿ que no resulten rentables para sus entidades. Y sin mencionarlo directamente, sí critican entre líneas la estrategia de otras entidades como BBVA, que recientemente ha rebajado el interés de su préstamo variable al 0,89% y ha vuelto a financiar el 100% del valor de tasación de la vivienda. Antes de ese movimiento, Santander ya había mejorado su Pre-hipoteca variable con una reducción en el tipo fijo inicial del 1,75% al 0,99%. Muy pocos son ya los préstamos cuyos diferenciales se han quedado por encima del 1%.
María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, también ha defendido la misma argumentación. ¿No vamos a entrar en una guerra de precios¿, aseguró este jueves. Pero lo cierto es que las rebajas en sus hipotecas a tipo fijo han presionado mucho al resto del sector. A mediados de abril, la entidad rebajó los tipos al 1,65% para el plazo de 10 años, por ejemplo, y del 2,25% en el 30 años. El diferencial en los tramos variables de sus hipotecas mixtas también es de los más atractivos del sector, al situarse en el 0,99%.
Aun así, Dancausa insiste: ¿Tenemos en cuenta los precios de la competencia, pero más la rentabilidad de las operaciones. Queremos conceder hipotecas a personas rentables capaces de devolver el préstamo sin problema y nos mantendremos en esa línea¿. La entidad ya ha alcanzado un 5,3% de cuota del mercado hipotecario en España, con los préstamos a tipo fijo representando el 28% del total de la nueva producción del primer trimestre.
El objetivo de bajar los tipos fijos y los diferenciales en las hipotecas a tipo variable va más allá de aprovechar las renovadas ganas de los españoles por la compra de vivienda con el euríbor en mínimos. Otra de las claves está en vincular al cliente. Y es que echando un vistazo a la oferta de los bancos, se descubre como práctica habitual pedir algo más que la domiciliación de la nómina para acceder a las ofertas. Además de los recibos, se suele exigir la contratación de otro tipo de productos, como seguros de hogar y vida o incluso planes de pensiones. Las entidades recuerdan que esta vinculación no es obligatoria. Pero si no, no se puede acceder a todas las ventajas del préstamo.
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