Aunque la respuesta tiene matices según si la inversión es directamente en libras esterlinas o indirecta a través de acciones o derivados de índice, los analistas coinciden en que es mejor esperar. Eso sin pasar por alto que los titulares que vienen gobernando el mercado de divisas en las últimas semanas tienen más que ver con los posibles efectos de la guerra comercial con la que amenazan EEUU y China que con el futuro de la relación entre Londres y sus antiguos socios comunitarios.

Estos pulsos entre las dos potencias económicas, junto con algunos datos macroeconómicos más débiles de lo esperado, han hecho a la libra perder un 3% contra el euro en menos de un mes. Un drástico recorte si se tiene en cuenta que desde el día después al referéndum del Brexit -en junio de 2016- hasta los recientes máximos de 0,89 libras por cada euro, la esterlina se había apreciado un 10%.

A pesar de la volatilidad reciente, Marian Fernández, responsable de macroeconomía de Andbank, señala que la libra sigue ¿muy en rango¿ y sin grandes bandazos de precio entre los 0,86 y los 0,90 euros por acción. Si la libra llegara a rebasar esta segunda cota, la experta sí se plantearía deshacer posiciones en moneda británica. Sin embargo, considera que más allá de esta reciente corrección impulsada por el debilitamiento de perspectivas para una subida de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra en mayo, el tira y afloja de las negociaciones del Brexit dan lugar a ¿movimientos poco a poco en el mercado¿ y no a reacciones bruscas como las que suceden a elecciones, referéndums o sorpresas políticas que ahora no parecen factibles.

El análisis técnico de Sergio Puente, de XTB, coincide con este diagnóstico al explicar que el par euro - libra está ¿fuertemente marcado por un canal lateral desde septiembre de 2017¿ que mantiene su cotización entre los 0,86 y los 0,90 libras por euro. Este ¿margen amplio¿ no se ha traspasado nunca en los últimos siete meses y, además, esta reciente corrección ha ayudado a su gráfica a ¿salir de la zona de sobreventa¿, con lo que la esterlina cuenta ahora con un punto de partida más amable para intentar el rebote.

EL PESO DE LAS MATERIAS PRIMAS EN BOLSA

Con miras más al largo plazo, Ignacio Cantos, director de inversiones y renta variable de Atl Capital, recuerda que aún queda un 15% hasta recuperar el umbral de 0,70 libras por euro que se pagaban antes de que los sondeos del Brexit dieran ganadora a la opción de ruptura. El devenir de este par de divisas, recalca, ¿dependerá del rumbo que tomen las negociaciones, porque la preocupación por Reino Unido es evidente en el mercado¿. En este sentido, apunta hacia el castigo infligido en la bolsa a las cuentas de Banco Santander por la debilidad de su negocio británico. Unos días después, las provisiones anunciadas por Ferrovial por motivos muy similares.

No obstante, Cantos explica que la inversión en renta variable británica es una historia más compleja que la mera evolución de divisas. Es así que subraya el peso que tienen las mineras y las compañías ligadas a materias primas en la evolución del índice de referencia Ftse 100. El indicador rey de la Bolsa de Londres ha tomado carrerilla en las últimas sesiones impulsado por estos valores, ajeno a la evolución de la libra. En el mismo tono, defiende que, si los fundamentales de una compañía británica son sólidos, y dada la contención de movimientos del par euro - libra, un retroceso de la esterlina podría generar oportunidades de compra.

Para la experta de Andbank, las empresas ¿soportadoras¿ del Ftse 100 se mantienen más al margen de los vaivenes del mercado de divisas. No obstante, sus favoritas son aquellas de mayor componente doméstico, puesto que cuentan con una menor exposición al tipo de cambio y, por tanto, sus balances pueden permanecer más estables. Atención, advierte Fernández, a la inversión en índice mediante derivados y ETF, donde el tipo cambiario sí tiene un mayor efecto debido también al más relevante volumen de movimientos de más corto plazo. La cautela se impone en su discurso, aunque reconoce que una posible continuidad bajista de la libra en próximas sesiones podría poner sobre la mesa la posibilidad de un ligero incremento táctico en esterlinas para vender después con el rebote que aguardan hasta, como mínimo, el punto de partida de hace un mes.

RUPTURA CON UN PATRÓN ALCISTA DE 13 AÑOS

El runrún de fondo sobre las negociaciones del Brexit y el probable retraso en la subida de tipos que los analistas habían descontado para este mes de mayo ha dado lugar a un atípico mes de abril para la libra que ha provocado más nervios entre los inversores. Alexander Londoño, analista de ActivTrades, señala que en los últimos 13 años el cuarto mes del calendario había sido alcista para la esterlina, convirtiéndose en ¿el patrón estacional más fuerte del mercado forex¿, donde la divisa británica lleva cinco trimestres consecutivos apreciándose frente a sus principales pares.

Los puntos de inestabilidad presentes este año desdicen una tendencia que se había confirmado ¿incluso en épocas de inestabilidad económica y crisis financiera¿. El año pasado, con la campaña abierta para el referéndum de ruptura con Bruselas, la libra acumuló una subida de más del 3% frente al euro en abril. El rebote se viene repitiendo en gran medida gracias a que es en este mes ¿cuando las empresas extranjeras pagan dividendos a los accionistas británicos y es cuando se inicia el nuevo año fiscal¿, con los consiguientes flujos de capital repatriado, explica Londoño.

En este abril de 2018, Borja Gómez, director de análisis de Inverseguros-Dunas Capital, explica que esta vez son dos variables los que han señalado el camino a seguir por la gráfica de precios de la libra: el diferente rumbo y discurso de las políticas monetarias en Reino Unido y la Eurozona y, desde luego, el rumbo de unas negociaciones para el Brexit cuyo desenlace se vuelve cada vez ¿más complejo de pronosticar¿. Las declaraciones encontradas, y contrarias en algunas ocasiones, sumadas a la extensión de plazos para la desconexión y la aplicación del nuevo marco de comercio siguen suscitando las dudas del mercado.

Así explicaba recientemente Bank of America que mientras ¿una mascota es de por vida, los efectos del mercado de divisas no lo son¿. La caída de la inflación británica al 2,5% en marzo, 20 puntos básicos por debajo de lo previsto por el consenso de analistas y 30 por debajo de lo que había marcado el propio Banco de Inglaterra demuestra que ¿los efectos inflacionarios de la caída de la libra tras el referéndum del Brexit de 2016 se están desvaneciendo¿, añaden desde la entidad privada suiza Julius Baer. Así, mientras que la suavización ¿es un alivio para los consumidores británicos¿, las expectativas de aumento de tipos por parte de la entidad central se rebajan. Sin embargo, el incremento es todavía ¿probable¿ para los gigantes de Wall Street y Suiza.

Frente al dólar, donde la retirada de la Reserva Federal es más evidente, los efectos lo son también. Es así que el bróker portugués Orey iTrade estima que después de haber roto ¿el apoyo psicológico interesante de los 1,40 dólares, la tendencia de la libra se vuelve claramente bajista¿. Aquí sí se aprecia una ¿clara sobreventa¿ lo que, sin embargo, se traduce en ¿un buen momento para comprar libras¿ a medida que estas órdenes de venta vayan siendo cerradas y siempre con miras a una posición táctica de corto plazo, sin aventurarse a apuestas especulativas más largas.