Entre los principales componentes del índice, la energía experimentó en abril una subida interanual del 2,5%, medio punto más que en marzo, mientras los alimentos frescos se encarecieron un 1,5%, frente al 0,8% del mes anterior.
De este modo, sin tener en cuenta el impacto de la evolución de los precios de la energía, la inflación de la zona euro se situó en abril en el 1,1%, frente al 1,3% de marzo, mientras que el excluir también los alimentos frescos, los precios subieron un 1,1%, dos décimas menos que el mes anterior.
Asimismo, al dejar fuera del cálculo el precio del alcohol y el tabaco, además de la energía y los alimentos, la inflación subyacente de la eurozona se debilitó al 0,7% desde el 1% de marzo.