Así se desprende del informe sobre la economía europea 2018, elaborado por el Grupo Consultivo Europeo de Economía (EEAG, por sus siglas en inglés), perteneciente al Instituto IFO, presentado este miércoles por el presidente del instituto, Clemens Fuest, en la Fundación BBVA.
El informe augura que el crecimiento del PIB en España será del 3% este año, una décima menos que en 2017, debido principalmente a la ligera desaceleración del crecimiento de la demanda interna, si bien la economía crecerá por encima de la media de la zona euro (2,5%) y mostrará el mejor comportamiento de las cinco grandes de la Unión Europea -Alemania, Francia, Italia y Reino Unido-.
Además, considera que la creación continua de empleo y las condiciones de financiación favorables seguirán respaldando el consumo privado y la inversión empresarial y pronostica que la tasa de desempleo caerá al 15,2% este año, aunque recuerda que sigue estando muy por encima de la media europea. Mientras, la inflación se mantendrá en un nivel similar al del año pasado, en el 1,5%.
Fuest ha destacado que España muestra una recuperación equilibrada, sostenida y con un desarrollo general de la economía "muy positivo", si bien se ha referido al desempleo juvenil y al déficit público como las principales debilidades de la economía española.
URGE A REFORMAR EL SISTEMA DE PENSIONES AUNQUE HAYA AJUSTES
Sobre la subida de las pensiones anunciada por el Gobierno, Fuest considera que es un paso político "muy importante", pero que tendrá consecuencias presupuestarias.
"España afronta un cambio demográfico y necesita reformas para hacer su sistema de pensiones sostenible, lo que desde luego no mejorará la situación del déficit. Si el gasto continúa en estos niveles será necesario realizar ajustes en otras áreas", ha advertido.
En esta línea, ha recordado que en España las pensiones se han convertido en el soporte de familias afectadas por el paro, por lo que considera que la reforma debería tener carácter estructural. "Es muy importante tener en cuenta todo el sistema de trasferencias, en particular la protección de los más jóvenes", ha remarcado.
CATALUÑA NO HA TENIDO UN IMPACTO "SIGNIFICATIVO"
En cualquier caso, Fuest ha repasado la evolución de la economía española en 2017, y ha constatado que muestra un crecimiento económico que sigue siendo "fuerte y robusto" y que la crisis política en Cataluña no tuvo un impacto negativo significativo en la actividad económica del conjunto del país.
Con una tasa de crecimiento del 3,1% en 2017, el informe subraya que España superó a la mayoría de los otros países de la UE por tercer año consecutivo. Tanto la demanda interna como la externa contribuyeron al crecimiento, lo que subraya un patrón de crecimiento "más equilibrado que en el período previo a la Gran Recesión".
El fuerte crecimiento del empleo, desgrana el informe, apoyó los ingresos de los hogares y el gasto del consumidor, al tiempo que la inversión empresarial, respaldada por una mayor confianza y mejores márgenes de beneficio, siguió aumentando.
Según su análisis, la inversión en construcción creció, lo que refleja un mercado laboral mejorado y condiciones de financiación favorables para los hogares y las sociedades no financieras. A esto se suma que la fuerte demanda de los socios comerciales y las reformas estructurales han ayudado a mejorar la competitividad y respaldar el crecimiento de las exportaciones.