El boom de las criptomonedas y las ICOs obliga sin duda a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a actuar en materia de regulación. Las cifras hablan por sí solas. La capitalización de las 100 criptomonedas más importantes del mundo tienen un valor de mercado de unos 400.000 millones de dólares, en torno a la mitad de la capitalización del Ibex 35.
En este sentido, Víctor Rodríguez Quejido, director general de política estratégica y asuntos internacionales de la CNMV asegura que ¿nos tomamos muy en serio este asunto¿, recordando que el organismo quiere que ¿España sea un país atractivo para las operaciones con criptomonedas, pero no podemos permanecer impasibles ante su proliferación entre el público minorista¿.
A su juicio, uno de los grandes problemas para el sector son las divergencias regulatorias que existen entre los distintos países, y que serán muy difíciles de subsanar. Al menos en el corto plazo. ¿Es difícil considerar las criptomonedas como un depósito de valor por su volatilidad. En Alemania, por ejemplo, son considerados como activos financieros. En EEUU como commodities. Los bancos centrales se centran en trasladar el mensaje de que no son divisas¿ en la CNMV pensamos que son una mezcla de todo pero con sus características propias¿, ha explicado Rodríguez Quejido durante su intervención en el evento Revolution Banking celebrado hoy en Madrid.
A su juicio, el debate se ha vuelto muy intenso por varios motivos. El primero, la propia volatilidad en el precio de estos activos, con fuertes subidas y bajadas ¿que generan incertidumbre en un entorno de bajos tipos de interés que impiden a los inversores encontrar altas rentabilidades¿. El mismo hecho de que se estén captando fondos del público para financiar proyectos con activos como el Bitcoin llama, lógicamente, la atención de los reguladores.
En este sentido, desde la CNMV recuerdan que este es un fenómeno internacional ¿y hay que cooperar entre los países¿ para regular sin entorpecer la innovación tecnológica. Pero el tratamiento de la regulación de las criptomonedas en los distintos países es de extremos. Por ejemplo, en China o Corea del Sur han optado por la vía de la prohibición. ¿Creo que es un enfoque destructivo que no favorece la innovación¿, argumentan desde la CNMV.
En otros como Bélgica, Holanda o la propia Comisión Europea han apostado por limitar la actividad regulatoria a ¿advertencias a los inversores¿. Mientras, el organismo presidido por Sebastián Albella mantiene una política de ¿intentar aplicar la normativa vigente, como han hecho otros organismos como la SEC estadounidense o ESMA¿. Según explica Rodríguez Quejido, ¿el inconveniente es delimitar qué tokens son asimilables a valores y cuáles no, pero la ventaja es que se protege al inversor desde el primer momento¿.
¿Lo importante es evitar asimetrías regulatorias entre los países, y estamos trabajando en el seno de ESMA para adoptar unos criterios comunes en toda la UE¿, explica, reconociendo que este tipo de negociaciones ¿suelen ser bastante largas¿, por lo que desde el organismo nacional apuestan por esa vía de a plicar, de momento, la normativa local.
Según indica Quejido, ¿la CNMV es consciente de la dificultad de encajar estos instrumentos en la regulación, porque también somos sensibles al desarrollo tecnológico y nuestra intención es aplicar con toda intensidad el principio de proporcionalidad en este sentido¿.
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