Pregunta (P): ICOs, smart contracts, tokens¿ Todo gira en torno a la tecnología blockchain. ¿En qué consiste realmente?
Respuesta (R): Es una base de datos segura, compartida y distribuida, que registra la propiedad de cualquier tipo de activo (no sólo financieros) y proporciona una nueva forma de intercambiar valor sin necesidad de confianza ni de intermediarios. Esto se consigue a través de una red de participantes (nodos) interconectados que tienen una misma copia de la base de datos. El protocolo del blockchain permite a todos ellos validar las transacciones que se envían a la red, y sólo las transacciones validadas por la mayoría son incluidas en la base de datos. De esta forma, el sistema no depende de ningún participante en particular. Las transacciones se registran agrupadas en bloques que son ¿encadenados¿ unos a otros, lo que permite que sea infinitamente trazable.
P: Pero, ¿cómo puede funcionar una red de forma descentralizada sin ningún administrador?
R: Por explicarlo con una analogía, es como una partida de parchís. La tecnología blockchain, al igual que el parchís, establece una serie de reglas. Y como los movimientos son visibles por todos los participantes, si uno intenta avanzar cinco casillas cuando ha sacado un cuatro con el dado, el resto de participantes invalidaría ese movimiento.
P: Además de esta naturaleza distribuida de la base de datos, ¿qué otros elementos innovadores ha introducido el blockchain en el mercado?
R: Uno de ellos es la posibilidad de dotar de funcionalidad a los activos representados en esa base de datos. Esto se consigue usando los llamados smart contracts o contratos inteligentes, que son programas informáticos que se insertan en estos activos y describen las reglas bajo las cuales pueden operar. El punto clave es que estos programas se almacenan y ejecutan a la vez en todas las máquinas de los participantes de la red, y cada vez que alguien intenta hacer una transacción, todos los participantes ejecutan el mismo programa para validar esa transacción concreta. Por tanto, sólo se ejecuta si todos (o la mayoría) los involucrados obtienen el mismo resultado.
Los ¿smart contracts¿ tienen el potencial de sustituir una amplia variedad de contratos en papel. Con ellos, no existe ambigüedad posible en su interpretación, pues la ejecución del programa sólo será válida si todos los nodos de la red la aceptan. En estos ¿contratos¿ se pueden programar todo tipo de cláusulas, que se ejecutarán automáticamente y harán que se cumplan lo que se programe. Por ejemplo, transferir los fondos al aceptarse un pago o liberarlos de una cuenta de depósito en garantía a su vencimiento. También permiten la ejecución de un pago en una operación de comercio internacional a la llegada a puerto de la mercancía cuando el sensor GPS lo certifique.
P: ¿Por qué le interesa tanto a la banca esta tecnología? ¿Qué problemas puede solucionar en el sector?
R: Esa naturaleza distribuida del blockchain hace que esta tecnología sea mucho más segura que otras, porque no hay un punto central de fallo, de modo que incluso si se comprometen varios nodos, la red no deja de funcionar. Esto tiene varias ventajas. Por un lado, es mucho más resistente, ya que para romper la seguridad de la red hay que comprometer la mayoría de los nodos. Por otro, es muy barato porque ninguno de los nodos supone una infraestructura crítica y puede funcionar en servidores estándar en la nube, eficientes en costes, y con el uso de criptografía de código abierto, lo que proporciona una seguridad de nivel bancario.
Es además una tecnología muy interactiva y escalable, y la capacidad de acceso es universal. Por tanto, proporciona una herramienta adecuada para la colaboración y el desarrollo conjunto con otros actores (de cualquier tamaño y sector) sin necesidad de tener conectividad directa con cada uno de ellos.
En particular, para los bancos, reduce la necesidad de la confianza per se a la hora de certificar los balances de los activos o las transacciones, una de las funciones clave para las entidades. Dado que todos los participantes tienen la misma base de datos, se simplifica la ejecución y el registro de las transacciones entre los bancos. El blockchain permite hacerlo en tiempo real sin coste añadido, elimina la necesidad de canales de comunicaciones paralelos, que son propensos a errores y caros de mantener, y elimina la posibilidad de disputas, que siempre suceden cuando diferentes entidades mantienen sus propias bases de datos.
Una única versión de la verdad compartida aporta gran transparencia al sistema. Las tareas de los auditores y reguladores se pueden simplificar, ya que no necesitarían acceder a repositorios de datos propiedad de los diferentes actores del sistema.
P: ¿Y a los clientes? ¿Qué les aporta?
R: Les aporta transparencia, mayor información y, por tanto, un mayor control sobre los bienes que consumen. Por ejemplo, en una transferencia internacional el cliente puede saber el estado exacto de la transacción e incluso decidir la cantidad que puede enviar en la moneda extranjera, algo impensable hasta ahora.
Por otro lado, su naturaleza instantánea permite implantar servicios más rápidos e interactivos, lo que proporciona una mejor experiencia de usuario. El blockchain también podría permitir la creación de negocios y servicios que actualmente no son posibles con los medios actuales, como los micropagos.
P: ¿Es segura esta tecnología? Es evidente que es fiable en el entorno digital, ¿pero es así también cuando entra en contacto con el mundo analógico?
R: Esta tecnología es muy segura gracias al alto nivel de criptografía utilizado, que hace posible la confianza descentralizada y garantiza la autenticidad de las transacciones y la integridad de la base de datos.
No hay nada analógico en el blockchain: son todo objetos digitales. El ¿contacto con el mundo analógico¿ se produce en la ¿tokenización¿, que se trata de la representación digital en el blockchain de cualquier tipo de activos (por ejemplo: un bono, una acción, una casa, mercancías, automóviles, etcétera) para facilitar su gestión y transaccionalidad. Es en ese punto de ¿traducción¿ donde habrá que asegurar que la representación se haga correctamente y sea vinculante.
P: Banco Santander acaba de lanzar One Pay FX, ¿en qué consiste este nuevo servicio?
R: Santander One Pay FX es un servicio de transferencias internacionales que usa tecnología basada en blockchain, lo que permite hacer transferencias internacionales entre particulares de forma más rápida, ya que llegan a destino el mismo día en muchos casos o al día siguiente. Además, permite a los clientes conocer el importe exacto que llegará en la moneda del destinatario antes de confirmar la transacción, e incluso decidir la cantidad que quiere enviar en la moneda extranjera, algo impensable hasta hace muy poco. El servicio ya está disponible para los clientes particulares de España, Reino Unido, Brasil y Polonia, y está previsto que se lance en más países en los próximos meses.
P: ¿Tienen pensado crear nuevas aplicaciones? ¿Están trabajando ya en próximos lanzamientos?
R: Estamos explorando la aplicación de la tecnología blockchain a diferentes productos y servicios bancarios. Actualmente los principales proyectos que estamos desarrollando están ligados a pagos, mercado de capitales, prevención de blanqueo de capitales e identidad digital, entre otros.
Por otro lado, estamos participando junto con otras entidades en varios consorcios, como son: Utility Settlement Coin (cuyo objetivo es crear una representación digital de dinero respaldado en el banco central para el intercambio de liquidez entre contrapartes financieras), Alastria (primera red nacional blockchain del mundo, es española), Enterprise Ethereum Alliance (red de empresas que fomentan el desarrollo de una versión de Ethereum adaptada a los requerimientos de las empresas) y We.Trade (blockchain para comercio internacional).
P: Más allá de la transferencia del valor¿ ¿qué otras aplicaciones podría tener el blockchain en el futuro, y no solo en el sector financiero?
R: Una de las aplicaciones más evidentes es la creación de la identidad digital ¿auto-soberana¿, que podrá ser administrada íntegramente por el usuario de forma que pueda controlar quién puede acceder a sus datos y cuándo.
Otra podría ser la trazabilidad de los bienes (por ejemplo, de un medicamento o de un alimento) que permita garantizar su procedencia y rastrear toda la cadena vital desde su origen, lo que podría evitar falsificaciones o errores para asegurar la calidad del producto.