El decreto, publicado hoy en el Diario Oficial, estipula que los recursos acumulados hasta ahora en ese fondo, que se precisarán en un informe que presentará el Ministerio de Hacienda el próximo trimestre, se destinarán al pago de la deuda pública, que cerró 2017 en 3,5 billones de reales (cerca de un billón de dólares).
Según los últimos datos oficiales, el Fondo Soberano de Brasil contaba hasta finales del año pasado con 26.000 millones de reales (unos 7.123 millones de dólares), pero el Gobierno ya ha rescatado desde entonces una suma que se calcula en unos 3.500 millones de reales (959 millones de dólares).
La extinción del fondo, formalizada hoy, estaba entre una serie de medidas que el Gobierno anunció en febrero pasado para atajar el déficit fiscal, que en los últimos años se ha disparado y, según la previsión oficial, cerrará 2018 situado en unos 159.000 millones de reales (43.561 millones de dólares).
El Fondo Soberano de Brasil había sido creado en diciembre de 2008 por el entonces presidente Lula, hoy en prisión condenado a doce años por corrupción, con la intención de contener posibles crisis económicas, financiar operaciones de empresas brasileñas en el exterior y garantizar además las inversiones públicas.
El fondo fue dotado hace diez años en principio con 14.200 millones de reales (unos 6.100 millones de dólares de entonces) y fue alimentado con recursos extraordinarios procedentes de explotaciones petroleras y otras operaciones de organismos estatales.