Los inversores siguen confiando en los títulos de deuda pública española, ya que la demanda conjunta de ambas subastas se ha acercado a los 6.000 millones de euros, muy por encima de lo finalmente adjudicado en los mercados, 1.950 millones de euros, en el rango medio previsto.
En concreto, en la subasta a tres meses ha colocado entre los inversores 730,05 millones de euros, frente a una demanda de más de 1.800 millones, y el tipo marginal ofrecido ha vuelto a ser negativo (-0,475%), pero menos que en la subasta anterior celebrada el pasado 10 de abril, cuando se situó en el -0,593%.
En la emisión a nueve meses, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha colocado 1.220 millones de euros y las peticiones de los inversores han superado los 4.000 millones de euros. En este caso, la rentabilidad marginal se ha situado en el -0,363%, también menos negativa que el -0,450% ofrecido en la subasta previa.
Tras la subasta de este martes, el Tesoro cerrará el calendario de emisiones de este mes y no regresará a los mercados hasta el próximo jueves 7 de junio, con una puja de bonos y obligaciones.