Cuando Wall Street estornuda, las bolsas del resto del mundo tiemblan. El miedo a un masivo éxodo en la renta variable estadounidense si el bono superaba el 3% de rentabilidad había puesto sobre aviso a inversores de todo el globo. Sin embargo, los `treasuries¿ ya han rebasado esta cota, la huida no se ha producido más allá del nerviosismo inicial y las grandes firmas de inversión no solo revalidan su apuesta por las acciones, sino que la redoblan en el caso de la Bolsa de Nueva York.
Del miedo atroz de hace unos meses a un drástico desplome de Wall Street que contagiase a las bolsas de todo el mundo, ahora no queda ni la sombra. Los analistas justifican las exigentes valoraciones que alcanzan índices como el tecnológico Nasdaq y consideran que tras la última temporada de resultados trimestrales cuenta con más combustible para perpetuarse alcista.
Una de las voces que con más contundencia ha descartado un colapso de las acciones estadounidenses es Lukas Daalder, director de inversión de Robeco. El experto sentencia que la eventual ¿catástrofe del rendimiento de los bonos al 3%¿ no es más que un ¿mito¿. Echando mano de registro histórico, apunta que desde 1990 ¿la deuda pública estadounidense ha superado el nivel del 3% al alza en sólo cuatro ocasiones, y la renta variable ha subido en media un 6% durante los dos meses siguientes¿. Una combinación que le lleva a afirmar que la cota a la que se había generado tanto miedo ¿parece ser poco más que un número redondo muy bonito, que no supone una amenaza¿.
Con el bono estadounidense por encima del 3% esta misma semana el Dow Jones ha conseguido volver a los 25.000 puntos. En opinión de Daalder, las caídas que se han visto en los primeros compases de negociación después de que el bono escalase por encima de este umbral se debe más a una realización de beneficios latentes que a la veracidad de que en esa cota se encuentre ¿el punto en el que el dolor resulta demasiado elevado como para que las acciones mantengan sus valoraciones¿.
Frente a este panorama, la tensión política reinante en Europa sí que salpica el mercado de bonos y tira a la baja en renta variable. Aquí la protagonista indiscutible es Italia, o la ¿encrucijada espagueti¿ como la llaman irónicamente los analistas de Bank of America - Merrill Lynch. Los rendimientos de los bonos soberanos del país transalpino han subido por encima del 2% a la par que la Bolsa de Milán ha encajado duros recortes. El dinero se convierte en liquidez por temor a lo que resulte de la mesa de negociación para la formación de gobierno. No se trata del trasvase de capitales que temían los analistas, sino de la espantada de los inversores por el resurgir de viejos temores a esta orilla del Atlántico.
Los analistas de Axa Investment Managers suman un postulado más a la causa a favor de la Bolsa neoyorquina. ¿Cuando los mercados estornudan, las ganancias no contraen resfriado¿, enuncian para pasar a explicar que con un 90% de resultados ya publicados entre las compañías del S&P 500 y del EuroStoxx 50 -índices referencia de los mercados bursátiles estadounidense y europeo, respectivamente-, el balance es más amable para Wall Street. Los resultados por encima de las previsiones de consenso han sido un 6% de los presentados en EEUU, mientras que en el Viejo Continente la cifra merma al 4,3%. La comparativa por beneficios es aún más significativa, según el estudio de la gestora francesa: 23,5% arriba en Nueva York y un 4,3% de subida en Bruselas.
Con este panorama, es comprensible que los de Axa defiendan sentirse ¿cómodos¿ con su recomendación de sobreponderar bolsas frente a otros activos en cartera. Y también su decisión de ¿incrementar exposición a las acciones de EEUU¿, donde la mayor subida en ganancias ha permitido una mejor justificación de las ¿brechas de valoración¿ existentes en algunas compañías. Por si fuera poco, el buen tono macro de la mayor economía del mundo ha incentivado a muchas compañías a iniciar, reactivar o mejorar planes de recompra de acciones al punto de que hasta la fecha hay anunciadas adquisiciones por 360.000 millones de dólares sólo en el agregado S&P 500.
El mismo análisis sobre los resultados publicados para el cierre del primer trimestre llevan a los analistas de JP Morgan a confiar en que ¿las empresas en EEUU puedan continuar beneficiándose todavía de una economía doméstica fuerte y de un crecimiento global robusto¿ que afiance sus ¿sólidos¿ fundamentales y sirva de apoyo a su cotización a lo largo de este año. El incremento de los resultados de las cotizadas estadounidenses ha superado con holgura el 11% de los cuatro trimestres anteriores y los valores financieros han mejorado la cifra final de su balance en un sonoro 29%.
Mientras tanto, los bancos de esta orilla del Atlántico sufren en bolsa el resurgimiento de la inestabilidad política, aunque JP Morgan insiste en que sigue sin percibir ¿un riesgo sistémico¿ como en el pasado. En España, la formulación de una moción de censura sobre el gobierno que capitanea Mariano Rajoy ha resultado en la peor sesión para el Ibex 35 en dos meses. En Italia, el Ftse MIB ha caído más de un 7% desde que empezó mayo y el temor a que la anunciada coalición entre Liga Norte y Movimiento Cinco Estrellas no lleve a cabo reforma alguna en el sector financiero ha penalizado especialmente a sus representantes en el parqué milanés. Con el mismo telón de fondo, la prima de riesgo del país transalpino ha batido los 200 puntos por primera vez en el último año.
No obstante, ¿como las acciones probablemente tendrán que digerir más altos rendimientos en bonos según avance el año¿, desde JP Morgan esperan ¿moderada pero positiva rentabilidad¿ para unas bolsas que son su ¿activo favorito¿. Junto a las cuentas publicadas, sus expertos destacan que en EEUU ¿un más fuerte impulso fiscal está cerca¿, lo que ayudaría a que ¿la renta variable estadounidense pueda absorber una rentabilidad del 3,5% para los bonos a diez años antes de una venta masiva continuada¿. Mientras, el banco observa que en la Eurozona reaparecen ¿riesgos bajistas¿, según señala en su último informe de estrategia.
Deutsche Bank también ha revalidado su apuesta por la renta variable de cara a la segunda mitad del año. El director de inversiones del grupo alemán, Christian Nolting, explica que a pesar del regreso de viejos fantasmas, ¿dado el crecimiento económico y de los beneficios empresariales, el vaso está medio lleno, más que medio vacío. A pesar de la amenaza de la guerra comercial y del ¿hinchado¿ déficit de EEUU, Wall Street se convierte en su principal apuesta bursátil dentro de los mercados desarrollados, a los que da un peso del 36% en su cartera moderada frente al 9% que concede a los parqués de economías emergentes.
La intensidad que adquiera la reaparecida volatilidad tendrá la última palabra, pero los germanos marcan un objetivo de 3.640 puntos para el EuroStoxx 50 y de 2.850 para el S&P 500. Estas cotas se traducen en potenciales a un año del 3,5% y del 4,7%, respectivamente y desde precios actuales, lo que una vez más concuerda con la recomendación dominante entre las manos fuertes de la inversión global.