Italia vendió el importe esperado de 5.500 millones de euros en letras con vencimiento en noviembre de 2018 a un tipo medio del 1,213 por ciento, frente al tipo negativo del 0,421% de la subasta anterior de finales de abril.
Se trata del interés más alto para este vencimiento desde febrero de 2013.
El Tesoro italiano se enfrenta a una prueba todavía mayor este jueves, cuando venderá hasta 6.000 millones de euros en bonos a 5 y 10 años, y también un bono con interés flotante.
Los inversores han impulsado los costes de la deuda italiana desde que la coalición de partidos antisistema italianos intentó formar gobierno sin éxito.
Esto ha abierto la puerta a un gobierno provisional y encamina al país a otras elecciones después del verano o el año que viene que reforzarían las posiciones tanto de La Liga, partido de ultraderecha, como del Movimiento Cinco Estrellas.
La rentabilidad de la deuda italiana a dos años traspasaba el 2 por ciento el martes, un aumento diario de más de un punto porcentual, marcando su nivel más alto desde septiembre de 2013.
Pero, a pesar de las fuertes ventas de las últimas dos semanas, los rendimientos de la deuda soberana italiana sigue muy por debajo de las altas cotas observadas durante la crisis de la zona euro, gracias al apoyo del programa de compra de bonos del Banco Central Europeo.
Por otra parte, sólo una cuarta parte de la deuda pública italiana descansa en manos extranjeras, lo que limita los riesgos de una fuga de inversores.
En noviembre de 2011, Italia pagó un récord desde la introducción del euro al vender letras a seis meses con un interés del 6,5% en medio de una fuerte crisis que forzó la dimisión del entonces primer ministro Silvio Berlusconi, dejando paso a un gobierno tecnócrata.