Con este nombramiento, el presidente constata el terreno que quiere marcar con respecto a Italia: 'aquí', a diferencia de 'allí', el nuevo Gobierno no tiene intenciones ni tentaciones 'euroescépticas' pese a los temores de que el Ejecutivo en minoría de Sánchez podría entregarse a los discursos populistas para contentar en lo económico a los distintos partidos que le apoyaron en la moción que derribó a Mariano Rajoy.

Pero no. Al menos, eso es lo que destilan varios de los nombramientos y de las decisiones que Sánchez ya ha adoptado. La última, la de Nadia Calviño como titular de la cartera de Economía, es sintomática. Hasta la fecha, era Directora de Presupuestos de la Comisión Europea. O lo que es lo mismo, se la trae de Bruselas para consolidar la vocación europeísta, que Calviño profesa, del nuevo Gobierno, tal como, por ejemplo, la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha remarcado ya en su cuenta de Twitter.

 

En un momento clave para la Unión Europea, tener a @NadiaCalvino como nuestra nueva ministra de Economía es una garantía de que España seguirá aumentando su peso en las instituciones europeas. Enhorabuena Nadia.

¿ Ana Botín (@AnaBotin) 5 de junio de 2018

 

Esta elección marca una distancia abismal con respecto a Italia. Allí, los líderes del antisistema Movimiento 5 Estrellas y de la ultraderechista Liga eligieron para el Ministerio de Economía al 'euroescéptico' Paolo Savona, una designación que abrió una crisis política que estuvo a punto de desembocar en unas nuevas elecciones y que ha constatado el sustrato 'antieuropeo' existente en Italia, por mucho que finalmente hayan formado Gobierno con Savona en otra cartera.  

MÁS GUIÑOS

La decisión de decantarse por Calviño apuntala otro guiño europeísta, el de la designación de Josep Borrell como ministro de Asuntos Exteriores. Borrell, que presidió el Parlamento Europeo entre 2004 y 2007.

Dos nombramientos de perfil, afinidad y contactos europeos que se suman al compromiso con la estabilidad presupuestaria y los postulados europeos que Sánchez ya defendió en el transcurso de la moción. Y que sustanció enm otra decisión: la de hacer suyos los Presupuestos Generales que había presentado el Gobierno de Rajoy. Aprobados ya por Bruselas, y consciente del riesgo de inestabilidad que la pretensión de otros Presupuestos podría abrir en los mercados financieros y en Bruselas, Sánchez tiró por la vía pragmática. Y se quedó con unas cuentas públicas a las que antes, como secretario general del PSOE, había criticado con dureza.

. Pedro Sánchez: los Presupuestos como parapeto para ocuparse de `todo¿ lo demás