Así lo ha señalado durante las jornadas 'Retos y oportunidades de la banca' organizadas por 'El Economista', donde ha hecho hincapié en la importancia de distinguir entre ambos tipos de criptoactivos.
"En el caso de las ICOs, percibimos que el marco regulatorio actual de la UE podría ser suficiente para asegurar un nivel adecuado de protección para los inversores, pero creo que la emisión, comercialización y negociación de criptomonedas puras necesita una regulación específica", ha afirmado Albella.
En su opinión, estos criptoactivos "puros", como el bitcoin, "difícilmente encajan" en el ámbito de las normas actuales y "deberían quedar sujetos a una regulación común europea". "La Unión Europea está preparada para regular las criptomonedas", ha asegurado el presidente del organismo supervisor español.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha indicado por su parte que considera el 'blockchain' "una tecnología prometedora", si bien todavía "hay que evaluar todo su potencial y sus aplicaciones", por lo que el Ejecutivo comunitario está haciendo un seguimiento de su desarrollo.
Concretamente en lo referido a los criptoactivos, ha señalado que las autoridades europeas están haciendo esfuerzos para mejorar la concienciación de consumidores e inversores sobre la naturaleza del riesgo de este tipo de inversiones. "Con la alta volatilidad asociada a estas inversiones, hay riesgo incluso de perder la inversión", ha advertido.
Además, ha asegurado que hay iniciativas por parte de la UE y de varios Estados miembros para que los criptoactivos se incluyan en la agenda del G20, dado que "es un fenómeno global" y que "es importante verlo desde el punto de vista regulatorio".
RESPETAR A LOS SUPERVISORES NACIONALES
En otro orden de cosas, Albella se ha referido a la propuesta de la Comisión Europea para revisar el sistema europeo de supervisión financiera. Aunque está "completamente de acuerdo" con la importancia de un sistema integrado de supervisión, ha defendido que la reforma debería "respetar el factor de supervisión nacional".
"Una supervisión integrada no tiene por qué ser necesariamente una muy centralizada. La reforma, en nuestra opinión, debería respetar el factor supervisor nacional", ha explicado Albella, quien ha apuntado que los Estados miembros "deben seguir contando con organismos de supervisión robustos dotados de competencias relevantes".
Además, el supervisor cree que la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) debería recibir competencias adicionales relevantes en áreas específicas, como lo relativo a terceros países o índices críticos, y convertirse "una organización más eficiente y ágil que ejerza de la manera más eficaz sus funciones de coordinación, estratégica y de dirección de las autoridades competentes".