¡Y ya van siete! Aunque la normalización de las condiciones monetarias en la primera economía del mundo persiste en su ritmo gradual, no deja de ser cierto que las subidas comienzan a amontonarse. Una en 2015, otra en 2016, tres más en 2017 y dos más en 2018, la ejecutada en marzo y la anunciada este miércoles por parte del banco central estadounidense, para un total de siete en menos de tres años.

Tal como estaba previsto, la entidad presidida por Jerome Powell ha encarecido el precio del dinero en un cuarto de punto, hasta el 1,75-2%, el nivel más alto desde la primavera de 2008. Lo ha decidido, además, sin fisura alguna, con el apoyo de todos los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (CFMA), el órgano de la Fed que define la política monetaria en EEUU. Y habrá más, porque no será el último movimiento del año. "La política monetaria sigue siendo acomodaticia", ha sostenido la entidad para confirmar su propósito de prolongar la normalización de las condiciones monetarias.

Así lo constatan, de manera determinante, las previsiones reflejadas en el diagrama de puntos que representa dónde sitúan los tipos a final de año cada miembro de la Fed. En marzo, dos los situaban entre el 1,50 y el 1,75%; seis, entre el 2 y el 2,25%; otros seis, entre el 2,25 y el 2,5%; y uno, entre el 2,5y el 2,75%. De media, este reparto situaba los intereses en el 2,1% a finales de 2018.

En junio, esa media crece hasta el 2,4%. O lo que es lo mismo, confirma las expectativas de que, finalmente, aumentará los tipos cuatro veces en 2018, por encima de las tres previstas cuando comenzó el ejercicio. En junio, dos miembros sitúan los tipos a final de año en el 1,75-2%; cinco, en el 2-2,25%; siete, en el 2,25-2,5%; y uno, entre el 2,5-2,75%.

Además, el diagrama de puntos adelanta que en 2019 aguardan otros tres incrementos, que impulsarían los tipos hasta el 3-3,25%. En marzo, esa proyección se limitaba al 2,9%.

MÁS CRECIMIENTO, MENOS PARO... Y EL 2%

Estas expectativas sobre los tipos se apoyan en las nuevas previsiones que la Fed también ha facilitado este miércoles. En general, recogen un crecimiento algo mayor para este año, menos paro y una inflación que, por fin, llegará al objetivo de la entidad del 2%.

En marzo, la entidad situaba el crecimiento para 2018 en el 2,7%, para 2019 en el 2,4% y para 2020, en el 2%. Ahora eleva el primer pronóstico hasta el 2,8% y deja los otros dos sin cambios. Más variaciones reflejan las previsiones de paro. El 3,8% de marzo para 2018 queda actualizado al 3,6%; y el 3,6% para 2019 y 2020, al 3,5% para ambos años. En cuanto a la inflación, la medida favorita de la Fed -el PCE subyacente- subirá este año al 2% perseguido, frente al 1,9% esperado hace tres meses, y en 2019 y 2020 seguirá en el 2,1% ya esperado en las anteriores previsiones.

Estos datos concuerdan con el diagnóstico económico que recoge la Fed, en el que destaca la actividad ha seguido creciendo de forma "sólida" y que el mercado laboral ha continuado "fortaleciéndose". Y, sobre todo, la entidad constata que, como anticipó de manera clave en mayo, la inflación se ha situado ya "cerca del 2%".

"Tenemos una economía muy fuerte, fruto de una paciente subida de los tipos de interés", ha proclamado Powell en la rueda de prensa posterior a la reunión. La Fed no se ha vuelto impaciente, pero sí va a acelerar la subida de los tipos. No será un mal test para la economía. Ni para los mercados.

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