La energía se encareció el mes pasado un 2% a causa del tirón del 3,5% de los productos petrolíferos, y los alimentos, un 0,9%, por el ascenso del 4,7% de los productos frescos, señaló el INSEE en un comunicado.
También hubo incrementos, aunque más moderados, de los productos manufacturados, un 0,3% (sobre todo por el vestido y el calzado), y en los servicios, un 0,1%.
Entre mayo de 2017 y el mismo mes de este año, la inflación subyacente que excluye los elementos más volátiles que son los alimentos y la energía, progresó un 1%, dos décimas más que en el mes precedente.
El principal vector de la inflación en esos doce meses fue, una vez más, la energía (10 %), de nuevo por la escalada de los productos petrolíferos (17%); los alimentos aumentaron un 1,8%, en buena medida por los productos frescos (5%); los servicios un 1,5%, en particular por los transportes (2,4%). Por el contrario, los productos manufacturados cayeron un 0,2%.