La riqueza por habitante de España alcanzó su máximo en 2007, justo antes del inicio de la crisis, cuando llegó a superar en tres puntos la media de la UE. Desde entonces, el PIB per cápita español bajó hasta el 101% en 2008 y en 2009, el 97% en 2010, el 94% en 2011, el 92% en 2012, el 91% en 2013 y 2014 y el 92% en 2015, 2016 y 2017.

Los mayores niveles de renta per cápita en 2015 se registraron en Luxemburgo (253% de la media comunitaria), Irlanda (184%), Países Bajos y Austria (128%), Dinamarca (125%), Alemania, (123%), Suecia (122%), Bélgica (117%), Finlandia (109%), Reino Unido (105%) y Francia (104%).

Justo por debajo de la media de la UE se sitúan Italia y Malta (96%) y España (92%), seguidos de República Checa (89%), Eslovenia (85%), Chipre (84%), Lituania (78%) Portugal, Estonia y Eslovaquia (77% ambos).

Los países más pobres de la UE en 2015 serían Bulgaria (49% de la riqueza media comunitaria), Croacia (61%), Rumanía (63%), Letonia (67%), Grecia (67%), Hungría (68%) y Polonia (70%).

Si se utiliza como indicador el consumo per cápita, que se considera mejor adaptado a la hora de reflejar la situación de los hogares, España se situó en 2016 en el 90% de la media comunitaria, frente al 89% del año anterior. En esta caso, la diferencia con la medida correspondiente a la eurozona (105%) se situó en 15 puntos.

Entre los Veintiocho, diez miembros registraron una lectura de consumo por habitante superior a la media de la UE, con Luxemburgo a la cabeza (130%), por delante de Alemania (122%), Austria (118%), Reino Unido (114%), Finlandia (113%), Bélgica y Dinamarca(112%), Países Bajos (110%) y Francia y Suecia (109%).

Por debajo de la media comunitaria se situaron Italia (98%), Irlanda (97%), Chipre (92%), España (90%), Lituania (88%), Portugal (83%), República Checa (80%), Malta (78%), Grecia y Eslovenia (77%), Polonia y Eslovaquia (76%). En el extremo más bajo, aparecen Bulgaria (55%), Croacia (61%), Hungría (63%), Rumanía (68%), Letonia (70%) y Estonia (72%).