Las subidas de los tipos de interés ya están aquí. Y en junio, con varios ejemplos, así lo está demostrando. Cada vez son más los bancos centrales que o bien las están ejecutando o bien están preparando el terreno para hacerlo en breve. Tras una década con unas condiciones monetarias extraordinarias, con unos intereses más bajos que nunca y unas inyecciones de liquidez billonarias mediante distintos programas de compras en el mercado, llega el momento de dar marcha atrás. Y hacer realidad la denominada normalización monetaria.
El cambio de ciclo alcanza más resonancia porque viene comandado por el gran banco central, la Reserva Federal (Fed) estadounidense. Tras dos años, 2015 y 2016, en los que probó en el terreno con una única subida de los tipos en cada ejercicio, en 2017 pisó el acelerador con tres incrementos y en 2018 va a ir un poco más allá, porque a los dos aumentos ya realizados -en marzo y en junio- le seguirán otros dos en septiembre y diciembre. Y para 2019, la entidad presidida por Jerome Powell -en la foto- tiene previsto realizar al menos otros tres repuntes adicionales. Si se cumple esta hoja de ruta, el precio del dinero, que entre 2008 y 2013 estuvo congelado en el mínimo histórico del 0-0,25%, despediría 2019 en el 3-3,25%. Ahora se encuentran en el 1,75-2%.
Otro país del G-7, Canadá, también está en pleno camino de vuelta, aunque ha frenado el proceso en los últimos meses. Tras elevar los tipos dos veces en 2017, dio una vuelta de tuerca adicional en enero, para situarlos en el 1,25%.
En los restantes países del G-7, de momento impera la prudencia. El Banco de Inglaterra, pendiente como está del `Brexit¿, subió los tipos del 0,25% al 0,5% en noviembre y en 2018 ha ido posponiendo un segundo aumento que, en principio, estaba previsto para primavera. Ahora crece la opción de que dé ese paso en la reunión de comienzos de agosto.
En cuanto al Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón, van más retrasados en este terreno. Eso sí, la institución comandada por Mario Draghi ha telegrafiado ya sus intenciones, que pasan dejar los tipos como están -en el 0% los oficiales y en el -0,40% los de la facilidad de depósito- hasta septiembre u octubre de 2019.
TAMBIÉN EN LOS EMERGENTES
Pero las subidas alcanzan ya a otros mercados, como los emergentes. Ahora bien, en algunos casos, como el de Argentina o Turquía, no por gusto, sino por obligación. Es decir, sus respectivos bancos centrales se han visto obligados a aumentar los intereses como medida para defenderse precisamente de los efectos que las subidas de los tipos en EEUU están provocando en sus divisas y su estabilidad financiera.
Sin llegar a esas urgencias, hasta India se ha sumado ya a esta tendencia. En junio ha elevado los tipos de interés del 6% al 6,25%. No los elevaba desde 2014.
Otro caso relevante es el de México. Con la economía mexicana sintiendo los efectos del crecimiento de EEUU y de la política monetaria de la Fed, el Banco de México ya ha incrementado los tipos 13 veces desde finales de 2015. El último movimiento, de esta misma semana, ha conducido a los intereses del 7,5% al 7,75%.
UN AUTÉNTICA REVÁLIDA
Aunque otros países, como Rusia, caminan en la dirección contraria y están bajando los tipos, lo cierto es que la tendencia general ya es la contraria. Y demuestra que el mundo sí se acuerda de subir los intereses tras varios años en los que la norma ha sido rebajarlos.
Este retorno supondrá una auténtica reválida para la economía posterior a la crisis. La recuperación tendrá que demostrar que es lo suficiente sólida como para soportar un precio del dinero más alto y unos costes de financiación mayores. Y no es poca cosa si se tienen en cuenta dos factores. El primero, que la revitalización de los mercados ha sido clave en la mejoría económica y que, auuspiciadas precisamente por las expansivas políticas monetarias de los bancos centrales, las valoraciones alcanzadas en las bolsas o la renta fija serán sometidas ahora a la prueba de contraste que supone aumentar los intereses. Y el segundo, que el mundo sale de la crisis con más deuda que nunca, todo un desafío ahora que los tipos están subiendo.