Esta decisión se ha tomado después del acuerdo de sus acreedores para proporcionar liquidez suficiente y un alivio de la deuda pública que permitirá al país heleno poner fin a ocho años de tutela económica.
En este sentido, los analistas de S&P Global consideran que las medidas acordadas "reducen significativamente" los riesgos para el servicio de la deuda soberana de Grecia en el curso de los dos próximos años.
En cuanto a la perspectiva del rating, la calificadora de riesgos ha valorado la mejoría en el perfil de la deuda griega, así como los progresos de los bancos del país heleno en la reducción de sus niveles de créditos dudosos, lo que les permite respaldar el crecimiento de la economía, mientras que, por otro lado, la agencia ha tenido en cuenta que los niveles de endeudamiento público y privado aún siguen siendo elevados.
"Después de Japón, Grecia cuenta con la segunda ratio más alta de deuda pública", recuerda la calificadora de riesgos.
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) cerraron la semana pasada la cuarta y última revisión del rescate de Grecia, que implica medidas para aliviar la deuda pública y un nuevo desembolso de 15.000 millones de euros.
De los 15.000 millones de euros del último tramo del rescate, Grecia reservará 5.500 para el pago de servicios de deuda y utilizará los 9.500 restantes para construir una reserva de efectivo, que ascenderá en total a 24.100 millones de euros y servirá para cubrir necesidades financieras durante un periodo de 22 meses.
Grecia saldrá oficialmente del rescate el próximo 20 de agosto, después de recibir casi 300.000 millones de euros desde 2010, año en que se firmó el primer rescate heleno. Sólo en el tercer programa se habrán inyectado a la economía griega un total de 61.900 millones de euros cuando se complete el último pago.