Trump se ha decidido por esta opción tras un periodo de consultas con el Secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, el Secretario del Comercio, Wilbur Ross, el Representate de Comercio, Robert Lightizer, y el Asistente presidencial para Política Económica, Larry Kudlow, entre otros.
En lugar de impulsar un nuevo organismo, el jefe de Gobierno de Estados Unidos ha optado por esperar a que el Congreso apruebe la Ley para la modernización de la revisión del riesgo de la inversión extranjera (FIRRMA, por sus siglas en inglés).
"Esta ley mejorará nuestra capacidad para proteger a los Estados Unidos de las nuevas amenazas planteadas por los inversores extranjeros, al mismo tiempo que mantendrá el entorno de inversión abierto y fuerte al que el país está comprometido y que beneficia a nuestra economía y nuestra gente", ha explicado Trump.
El nuevo marco legislativo propuesto por esa norma "proporciona herramientas adicionales para combatir las inversiones depredadoras que amenazan nuestro liderazgo tecnológico, nuestra seguridad nacional y nuestra prosperidad económica futura", ha avanzado el presidente de Estados Unidos.
Una vez aprobada la FIRRMA, el CFIUS tendrá una mayor libertad para impedir la entrada de compañías extranjeras en el accionariado de las empresas tecnológicas estadounidenses. Además, Trump también ha avanzado que se fortalecerán los controles en las exportaciones.
No obstante, ha advertido de que si el Congreso no aprueba la ley, cambiará su enfoque para crear él mismo las herramientas que permitan restringir y revisar las inversiones extranjeras.