Este indicador, que el INE publicó por primera vez en 2016, mide la variación del coste salarial que pagan los empleadores por el conjunto de empleos existentes, pero sin estar afectado por los cambios en la cantidad y la calidad de los puestos de trabajo.

De esta forma, se descuenta el efecto composición que se debe, entre otros factores, a los cambios en el número de horas trabajadas, al tipo de contrato, características de los trabajadores, su antigüedad y su promoción profesional.

De acuerdo con esta estadística, los trabajadores con contrato temporal sufrieron un recorte salarial del 1,9% en 2016, por encima del descenso que experimentaron los trabajadores con contratos indefinidos (-1,2%).

Entre 2009 y 2016 los salarios experimentaron alzas en 2009 (+1,5%), 2010 (+0,5%), 2014 (+0,8%) y 2015 (+0,7%), pero bajaron en 2011 (-1,5%), 2012 (-1,6%), 2013 (-0,3%) y 2016 (-1,3%). El balance es, pues, negativo, pues el descenso medio del salario en estos años alcanzaría el 1,2%.

Si se pone este dato en relación al IPC se obtiene que los salarios perdieron aproximadamente nueve puntos de poder adquisitivo entre 2009 y 2016, ya que la inflación se situó en este periodo en una media del 7,8%, frente a un descenso de los salarios del 1,2%.

Además, la bajada salarial del 1,3% registrada en 2016 no encaja en los parámetros que establecieron sindicatos y empresarios en el acuerdo de negociación colectiva 2015-2017, donde recomendaron un aumento salarial de hasta el 1,5% para 2016.

Los datos del IPT muestran que el salario creció en 2016 sólo en la Administración Pública (+1,7%) por la devolución de parte de la paga extra que les fue eliminada a los empleados públicos en 2012. En el resto de actividades bajaron los sueldos, especialmente en información y comunicaciones (-3,6%), educación (-3,1%) y actividades inmobiliarias (-3%).

TEMPORALES, MUJERES Y JÓVENES SUFREN UN MAYOR AJUSTE SALARIAL

Por tipo de contrato, el salario de los temporales bajó un 1,9% en 2016, frente al retroceso del 1,2% de los trabajadores indefinidos, mientras que por tamaño de empresa, los centros de trabajo con entre 1 y 49 empleados pagaron un 1,6% menos a sus trabajadores, un descenso más acusado que el que experimentaron los centros de trabajo de 50 a 199 trabajadores y de 200 o más (-1,2% en ambos casos).

Por sexos, el salario cobrado por las mujeres bajó un 2,2% en 2016, mientras que el de los varones retrocedió tres veces menos (-0,7%).

La estadística también muestra que en 2016 los trabajadores con entre uno y tres años de antigüedad en la empresa fueron los que más vieron recortado su salario, un 2,9%, seguidos de los que tienen entre 11 y 20 años de antigüedad (-1,2%); de los que llevan menos de un año en la empresa (-1,1%) y de los que llevan entre cuatro y diez años (-0,7%). Los más antiguos, con a partir de 21 años en la empresa, no experimentaron variación respecto a 2015.

Si se analizan los datos por ocupaciones, los empleados contables, administrativos y otros empleados de oficina, con un retroceso del 2,3%, fueron los que registraron en 2016 el mayor recorte salarial. Todos los grupos de ocupación vieron reducidos sus sueldos en 2016, siendo los técnicos y profesionales los que se anotaron el menor descenso (-0,6%).

Por grupos de edad, en todos se registraron recortes salariales en 2016, principalmente entre los menores de 25 años (-5,3%), seguidos de los trabajadores de 35 a 44 años (-2%); de los que tienen entre 25 y 34 años (-1,6%); del grupo de 45 a 54 años (-0,9%), y de los de 55 y más años, que experimentaron el menor descenso, con una caída del 0,3%.

Por nacionalidades, el IPT refleja una disminución del 1,4% en los sueldos de los trabajadores de nacionalidad española, por encima del retroceso sufrido por los extranjeros (-0,4%).

En 2016 sólo Extremadura (+0,6%) y Navarra (+0,4%) elevaron los salarios de sus trabajadores. En las quince regiones restantes se registraron descensos, principalmente en País Vasco (-2,4%), Castilla-La Mancha (-2,2%), Canarias (-2%), Asturias (-1,8%), Cataluña (-1,5%) y Madrid (-1,4%).