La curva invertida, es decir, el fenómeno que se produce cuando el rendimiento de la deuda a corto plazo supera el de la deuda a largo plazo, sigue acechando a la economía estadounidense. Y su sola amenaza asusta.¿El motivo? Su infalible carácter predictivo, afinado en los últimos precedentes. Las siete últimas recesiones de la mayor economía del mundo han estado precedidas por la aparición de la curva invertida, de ahí que intimide.
Sobre todo, ahora que va camino de ello. Hace un año, la rentabilidad de los bonos estadounidenses a 10 años celebraba el 4 de julio en el 2,32%; este miércoles lo hace en el 2,83%. Y hace un año, el interés del bono norteamericano a dos años se limitaba al 1,41%; ahora ha crecido hasta el 2,52%. Esta diferente evolución, con el rendimiento del 'hermano pequeño' corriendo más que el del 'grande', ha provocado que la brecha entre ambos se haya estrechado de los 91 puntos básicos a los 31 actuales.
Este comportamiento es el que explica que,por ahora, la curva se esté aplanando, es decir, que cada vez sea menos ascendente porque la diferencia entre las rentabilidades cada vez es menor. Es el paso previo. El siguiente sería ya que la pendiente se invirtiera y la curva describiera una pendiente descendente, con los bonos a dos rindiendo más que los de diez años.
Si termina ocurriendo, reflejaría unas expectativas recesivas por parte del mercado. Es decir, un escenario en el que los tipos de interés actuales son mayores que los del futuro porque en ese futuro tendrán que bajar para luchar contra la contracción de la economía.
El temor ala curva invertida se ve respaldado además por lo prolongado del actual ciclo económico. EEUU comenzó a crecer en julio de 2009, hace ya nueve años, y desde entonces no ha parado. Es decir, va a cerrar su mes 109 en julio, con lo que se confirma como el segundo más longevo de la historia, sólo por detrás de los 120 meses encadenados entre 1991 y 2001. El mercado, por tanto, calcula que 'toca' ya una recesión más pronto que tarde. Y eso es lo que anticipa la potencial amenaza de la curva invertida. Salvo que EEUU se independice de su maleficio.