El Dow Jones despide la sesión con subidas del 0,4% hasta los 25.019 puntos, cota que no superaba desde hace casi un mes, mientras que el S&P 500 sube un 0,11% hasta los 2.801 enteros, nivel que no batía desde el pasado 1 de febrero. Por su parte, el tecnológico Nasdaq gana un 0,03% y repite máximos en 7.825 puntos.
Los inversores esperan que la temporada de resultados, que se acelerará en las próximas semanas, aporte algo de claridad sobre si los fundamentales de las cotizadas serán lo suficientemente fuertes como para compensar la incertidumbre que rodea a la política comercial.
En el terreno macroeconómico, las referencias del día han sido los índices de precios del comercio exterior del mes de junio. Un indicador clave en estos momentos en los que se debate sobre las medidas a tomar en plena guerra arancelaria de EEUU con China y otros socios comerciales. Los precios a la exportación han sudbido un 0,3% y los de importación han caído un 0,4%, cifra esta última que se queda muy lejos de las previsiones de los analistas, que auguraban un repunte del 0,1%.
La incipiente temporada de resultados en Wall Street tiene este viernes una de sus fechas señaladas en el calendario por la publicación de los balances de varios gigantes financieros. JP Morgan Chase cede un 0,4% después de haber publicado un beneficio neto récord de 8.316 millones de dólares (7.148 millones de euros) en el segundo trimestre del año, un 18,3% más que hace un año gracias al crecimiento de intereses netos y comisiones de intermediación.
Otro grande de las finanzas en cotizar cuentas trimestrales ha sido Wells Fargo, cuyos títulos ceden un 1,2% después de haber anunciado un beneficio neto atribuido de 4.792 millones de dólares (4.117 millones de euros) en el segundo trimestre de 2018, un retroceso del 12% con respecto al ejercicio previo. Un retroceso que se atribuye a la caída del 8% del margen de intereses, el principal termómetro del negocio bancario internacional.
La terna de ases se ha completado con Citigroup, que ganó 9.110 millones de dólares en el primer semestre del año, un 14% más que en el mismo periodo de 2017, ayudado por la reforma fiscal puesta en marcha en el país. En este caso, la respuesta en la Bolsa de Nueva York es de caídas del 2,5% para sus títulos.
Parece así que los inversores van a ser tremendamente exigentes ante la nueva temporada de resultados empresariales, que la próxima semana contará con más de 60 cotizadas estadounidenses rindiendo cuentas ante el mercado. En principio los analistas esperan un incremento del beneficio por acción para las compañías integrantes del S&P 500 de algo más del 20% en tasa interanual, que será del 8,4% en lo que hace referencia a las ventas.
Desde Link Securities apuntan a que "estas positivas cifras se apoyan en la solidez de los fundamentos económicos y en el impacto de la reciente reforma impositiva que aprobó el Congreso de EEUU a finales de 2017". Por el lado menos positivo, advierten que será importante estar alerta al impacto que en las cifras del trimestre de algunas empresas estadounidenses y en el devenir de algunos de sus negocios puede tener el conflicto entre EEUU y sus socios comerciales, así como el aumento de la inflación y la fortaleza del dólar.