La cuantía de la paga extra está determinada en el convenio colectivo y, por lo general, se establece el salario base de 30 días, que en ningún caso puede ser inferior al salario mínimo interprofesional (SMI). Sea cual sea la cantidad percibida, los expertos recomiendan dedicar al menos un porcentaje a darse un capricho. Pero pequeño.

Dedicar ese ingreso para alguna pequeña deuda pendiente también puede ser una opción, recordando siempre que hay que saber la cantidad neta que se puede dedicar a tal fin ya que, como recuerdan los expertos, ¿este dinero también está sujeto a retenciones del IRPF y de cotizaciones¿.

Además de gastarlo directamente o tapar pequeños agujeros, la paga extra también puede ayudar a conseguir los objetivos financieros del año si se sabe gestionar correctamente. Mar Barrero, analista de Profim, recuerda que todo depende del volumen que se tenga ahorrado y del perfil de riesgo del ahorrador. Pero para todos ellos tiene el mismo mensaje: ¿Cuando hay un ingreso extra, siempre es mejor destinar parte de ese mismo al ahorro¿.

Teniendo en cuenta los perfiles, y ante la volatilidad actual del mercado, Barrero advierte de que ¿en un entorno en el que la renta fija implica riesgo, para los casos más conservadores puede ser positivo mantener una parte de la `extra¿ en liquidez a través de depósitos¿. Aconseja destinar un 50% del ingreso a este fin, para dejar otro 50% en otro tipo de productos financieros, o gastarlo si la situación patrimonial lo permite.

Entre los depósitos más rentables del mercado están, según el comparador de iAhorro.com,  los de entidades como WiZink, que actualmente ofrece un 1% TAE a 12 meses, pero a partir de un importe mínimo de 5.000 euros, con lo que para acceder a este producto habría que sumar, previsiblemente, más patrimonio que la paga extra percibida este verano.

En este sentido, alternativas como las cuentas también pueden ser una opción para ingresar y conseguir una rentabilidad de más. Por ejemplo, la Cuenta Nómina de Bankinter se puede contratar a partir de 1.000 euros, aunque hay que tener en cuenta que la rentabilidad del 5% TAE solo se logrará el primer año para los primeros 5.000 euros de saldo, siendo de un 2% durante el segundo año.

Para aquellos que aún no se han iniciado en el mundo de las inversiones y decidan aprovechar la `paga extra¿ para hacer crecer su patrimonio, las opciones pasarían por fondos de inversión de categorías con algo más de riesgo. En este sentido, los expertos apuntan a los fondos de retorno absoluto con volatilidades reducidas, siempre por debajo del 7%. Entre ellos, destacan productos como el Penta Inversión de Renta 4 Banco, el Renta 4 Pegasus o el European Absolute Return de BlackRock. Puede que no sean los más rentables, pero ¿son ejemplos de alternativa a los depósitos¿ y que en un entorno negativo de mercado han conseguido mantener la rentabilidad positiva este año.

En fondos de inversión, y para perfiles más arriesgados, Mar Barrero aconseja productos mixtos de renta variable más pegados al mercado de gestión activa. ¿Ahí nos gustan productos como el Pictet Multi Assets Global Opportunities o el fondo Gesconsult Renta Variable, con una rentabilidad en 2018 (hasta el cierre de junio) del 7,93%.

¿Para aquellos que ya tengan todo cubierto (ahorro, liquidez, etc), puede ser interesante aprovechar ese ingreso extra para realizar una nueva aportación al plan de pensiones que se tenga contratado¿, añaden desde Profim. Del mismo modo, apuntan a las rentas vitalicias para aquellas personas de más edad, en las que el dinero aportado también puede proceder de ahorros acumulados. En estos productos, la cantidad se entrega a la compañía aseguradora, que ofrece una rentabilidad, fija y conocida de antemano. Así, llegado el momento pactado, que suele coincidir con la jubilación efectiva, o a partir del mismo momento de su contratación si así se establece, se empieza a percibir una renta periódica, generalmente mensual, durante toda la vida del asegurado.