Los datos de la institución dirigida por Christine Lagarde son los primeros después del cambio del Gobierno en España, donde el socialista Pedro Sánchez sustituyó a Mariano Rajoy como presidente el pasado 2 de junio. El Fondo rebajó el crecimiento previsto este año para la zona euro hasta el 2,2%, dos décimas menos de lo que calculaba el pasado mes de abril, principalmente por las peores perspectivas de Alemania, Francia e Italia.

En su informe de Perspectivas Económicas Mundiales, la institución indica que esta revisión a la baja se debe a que la actividad económica en Alemania y Francia "se suavizó más de lo esperado en el primer trimestre" y a que la incertidumbre política en Italia ha provocado condiciones financieras "más restrictivas".

Sobre Alemania prevé ahora que crezca un 2,2% este año, tres décimas menos que hace tres meses; Francia lo hará un 1,8%, también tres décimas menos; e Italia se expandirá un 1,5%, igualmente tres décimas por debajo de lo estimado en abril.

Manteniendo en el 2,8% sus estimaciones para España, el Fondo explica en su informe de Perspectivas Económicas Mundiales, también apunta a la incertidumbre política en Italia, que ha provocado condiciones financieras "más restrictivas".

A escala global, el FMI ha situado las perspectivas de crecimiento económico mundial en un 3,9%, tanto para este año como para el próximo, y también moderó una décima el crecimiento para la zona euro para 2019.

Con esto, España se mantiene a la cabeza del crecimiento entre las grandes economías de la zona euro, seguida por Alemania, la primera economía regional, con un 2,2% para 2018 y un 2,1% en 2019. Al analizar la situación de la zona euro en la presentación del informe, el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, destacó que la Unión Europea (UE) "se enfrenta a desafíos políticos fundamentales en relación con la política de migración, la gobernanza fiscal, las normas relativas al estado de derecho y la arquitectura institucional de la zona euro".

Además, apuntó que los términos del brexit, la salida del Reino Unido de la UE, permanecen "sin resolverse a pesar de los meses de negociación". En este sentido, los analistas del FMI señalan en su informe que en algunos países de la eurozona, los choques políticos a nivel nacional "podrían provocar el empeoramiento de la deuda pública y el debilitamiento de los balances bancarios".

En su intervención, Obstfeld consideró que las actuales fricciones comerciales de EEUU con varios de sus socios comerciales, como la UE, son "la mayor amenaza a corto plazo para el crecimiento mundial", advirtiendo de que "tendrán efectos adversos sobre la confianza, los precios de los activos y la inversión".

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