La banca se despide de la `Era del ladrillo¿. Sabadell ha sido la última en anunciar una macroperación con la que ha logrado quitarse de encima 3.900 millones de euros de valor neto contable (9.200 millones de euros de valor bruto) en activos inmobiliarios, que serán traspasados a Cerberus Capital Management mediante la creación de una nueva compañía en la que el banco de origen catalán tendrá el 20% y el fondo estadounidense el 80% restante.

¿Es una operación buenísima para la entidad¿, indican desde una gestora extranjera con operativa en España. ¿Había una impresión errónea en el mercado de que Sabadell tenía una calidad de balancepeor que la de sus comparables, y eso estaba pesando mucho en la cotización del valor¿, que este año cae un 12,5% en bolsa. ¿Lo más importante es que el banco desconsolida más del 70% de activos adjudicados y pasa a ser la entidad más saneada junto a Bankinter y CaixaBank¿, explican los expertos.

Los analistas destacan el hecho de que Sabadell seguirá manteniendo control sobre Solvia, ¿y más adelante podrá buscar otras opciones, como venderlo con plusvalías, meter a un tercero o sacarlo a bolsa¿. En la última presentación de resultados de la entidad, el consejero delegado Jaime Guardiola pareció más bien dispuesto a la primera opción. ¿No tenemos vocación en el sector inmobiliario. Lo nuestro es la banca y cuando haya oportunidad de crear valor también lo haremos con Solvia¿, aseguraba el directivo.

Con esta gran operación, la entidad sigue los pasos de CaixaBank, que a finales de junio vendió al fondo Lone Star activos inmobiliarios por 6.700 millones de euros netos, unos 12.800 millones de euros de valor bruto contable.

A mediados del mes de mayo, era Liberbank quien aceleraba el desagüe de ladrillo y, tras la venta en 2017 de 600 millones de euros a los fondos Bain Capital y Ocean Wood, a mediados del pasado mes de mayo vendió otra cartera valorada en 180 millones de euros al fondo americano Golden Tree.

En total, 22.180 millones de euros en activos inmobiliarios vendidos en apenas dos meses, que se suman a los cerca de 43.600 millones que las grandes entidades han vendido desde que el Santander vendió a Blackstone el 51% del ladrillo del Popular valorado en 30.000 millones de euros.

A la `megaoperación¿ del Santander anunciada en agosto de 2017 le siguió una similar de BBVA en noviembre, con la venta a Cerberus de 13.000 millones de euros en activos inmobiliarios.  

El regreso de los grandes fondos y la mejor posición de las entidades para asumir descuentos anticipaba ya que la tendencia continuaría este año. ¿Basilea III, la nueva normativa contable IFRS 9, la Circular 4/2016 del Banco de España y la Guía del Banco Central Europeo (BCE) sobre la gestión de este tipo de activos han reforzado la presión para que la banca se esfuerce en borrar lo tóxico de balance de cara a este año¿, explican las fuentes consultadas.

En medio de este juego de operaciones, Bankia es la entidad que menos se ha movido en los últimos meses, siendo actualmente la entidad más ligada al ladrillo en el mercado nacional, siempre teniendo presente el traspaso de los activos tóxicos a la Sareb cuando la entidad fue nacionalizada. Según sus últimos resultados trimestrales, los activos adjudicados pasaron de 5.380 millones de euros en el primer trimestre de 2017 a 4.938 millones en el primero de este año. Una caída de 442 millones de euros, además de la venta de 3.311 inmuebles de enero a marzo por un importe de 168 millones de euros.  

 

 

 

 

 

Según explican, a partir de ahora el suelo será el gran campo de batalla para los grandes fondos de inversión especialistas en lidiar con activos problemáticos. ¿Volvemos a ver apetito en este segmento en zonas como Madrid, Valencia, Barcelona¿ y los bancos tienen mucho que decir en esto¿, indican los expertos, que auguran nuevas ventas de gran tamaño en los próximos meses. De hecho, según informa Reuters, el propio Sabadell ultima la venta a Deutsche Bank de una cartera de 2.400 millones de euros, formada por préstamos a promotores y pymes y otro paquete con un valor de 900 millones de euros de activos morosos.

De confirmarse esta operación, el sector se habría deshecho de más de cerca de 70.000 millones de euros en activos inmobiliarios en el último año. Un ritmo de retirada del ladrillo mucho más rápido que el estimado por entidades como JP Morgan, que en un informe fechado el 20 de junio, sin contar entonces con las recientes operaciones de CaixaBank y BBVA, estimaba que la banca española (las entidades seguidas por la firma) mantenían todavía 97.447 millones de euros en activos improductivos, y que les costaría en torno a tres años reducirla al mínimo.