La Administración Trump ha aumentado hoy los aranceles al acero y al aluminio de Turquía hasta el 50 % y el 20 %, respectivamente, después de que la lira turca se haya depreciado un 10 % en las últimas horas y haya superado la barrera de las seis unidades por dólar. "Acabo de autorizar que se dupliquen los aranceles sobre el acero y el aluminio de Turquía, ya que su moneda, la lira turca, se deprecia rápidamente contra nuestro fuerte dólar", señaló el presidente estadounidense, Donald Trump, en su cuenta oficial de Twitter. "Los aranceles al aluminio ahora serán del 20 % y al acero del 50 %. ¡Nuestras relaciones con Turquía no son buenas en este momento!", añadió el mandatario.
I have just authorized a doubling of Tariffs on Steel and Aluminum with respect to Turkey as their currency, the Turkish Lira, slides rapidly downward against our very strong Dollar! Aluminum will now be 20% and Steel 50%. Our relations with Turkey are not good at this time!
Inmediatamente después, Erdogan, ha hecho un llamamiento al país para "no perder la guerra económica", asegurando que Turquía tiene a Dios de su parte y reclamando a aquellos ciudadanos que guarden euros o dólares "bajo la almohada" que los cambien por liras turcas, la divisa otomana, que este viernes llegaba a caer un 14% frente al dólar. "No perderemos la guerra económica", ha proclamado el presidente turco durante un discurso en Bayburt, donde ha pedido que "aquellos que tienen euros, dólares u oro bajo sus almohadas vayan a cambiarlos por liras", según informa 'Hurriyet'.
"Es una lucha nacional. Esta será la respuesta de mi nación a quienes han declarado la guerra económica", añadió Erdogan, después de que la cotización de la lira turca haya caído esta mañana un 14% frente al dólar, perdiendo en lo que va de año un 35% de su valor respecto del 'billete verde'. En este sentido, el presidente turco ha expresado su voluntad de trabajar para modernizar el país, reiterando que "si ellos tienen dólares", Turquía cuenta con su gente y Dios.
INDEPENDENCIA DEL BANCO CENTRAL
Por otro lado, el ministro de Finanzas y del Tesoro de Turquía, Berat Albayrak, ha expresado su disposición a ejecutar un nuevo modelo económico en el país en colaboración con todas las partes interesadas a nivel nacional e internacional.
"Uno de nuestros principios principales es establecer la completa independencia de la política monetaria", ha señalado el ministro otomano, subrayando que la independencia del banco central "es muy importante". Asimismo, Albayrak ha apuntado que "reforzar la estabilidad financiera" será uno de los objetivos prioritarios del Gobierno turco. En un comunicado publicado este jueves, el Ministerio de Finanzas de Turquía expresó su confianza en que la economía del país mantendrá para 2019 un ritmo de crecimiento "de entre el 3% y el 4%", añadiendo que el déficit por cuenta corriente será inferior al 4% del PIB.
En cuanto a la situación de los mercados, el Ministerio defendió que "el sistema bancario turco cuenta con una estructura de capital que le permitirá gestionar de maneta eficaz las fluctuaciones, tal como ha sucedido en otras ocasiones". Asimismo, la institución aseguró que "no hay problemas con el tipo de cambo ni riesgos de liquidez", rechazando las explicaciones de carácter especulativo sobre compañías turcas.