Los datos del Banco de España confirman la tendencia alcista de estas últimas, que en el primer trimestre del año crecieron un 7,77 % respecto al mismo periodo de 2017 hasta los 53,76 millones, una cifra incluso superior a la registrada antes de la crisis cuando rondaban los 45 millones.
Aunque menos acentuada, las tarjetas de débito también han comenzado 2018 con una subida del 5,32 % en tasa interanual, hasta alcanzar los 27,35 millones restantes, niveles de hace cinco años, con lo que resiste a la penetración de la tecnología en el sector y a la evolución de otras fórmulas como el pago por móvil.
De igual modo, el proceso de ajuste de la banca española y su estrategia de cierre de oficinas tampoco ha afectado al parque de cajeros en funcionamiento, 52.236 a cierre del primer trimestre del año, un 5,78 % más que doce meses antes y casi 1.400 por encima de los existentes a finales de 2017.
Los avances tecnológicos y el intento por atraer a las nuevas generaciones han llevado a las entidades a ampliar los servicios ofertados en los cajeros, cada vez más personalizados e interactivos, en los que ahora los clientes pueden contratar préstamos rápidos y seguros sin necesidad de acudir a su gestor, o realizar operaciones más sencillas como cargar un abono transporte.
Un contexto que contribuye al aumento del número de cajeros, que aunque todavía lejos de sus máximos, 61.714 en 2008, vuelven a ser ligeramente superiores a los de 2013, cuando esta red sufrió la mayor caída de la serie histórica, el 7,18 %, tras perder 4.037 en tan sólo un año.
DISTINTOS MODOS DE USO
La estadística del Banco de España recogida por Efe desvelan además un cambio en el empleo que hacen de las tarjetas -tanto de crédito como de débito- los usuarios, quienes aprovechan sus cada vez menos visitas al cajero para sacar mayores importes de dinero.
En concreto, en el primer trimestre se retiraron en España 28.070 millones de euros, un 2,50% más que un año antes, a través de 214,7 millones de operaciones, un 0,36 % menos.
Evolución que rompe con la dinámica de 2017, cuando se sacaron 122.473 millones de euros (un 3,55 % más), pero con un mayor número de transacciones en cajeros, 933.515 millones, un 1,02% más.
De seguir con la progresión hasta marzo, las operaciones volverían a caer después de cinco años al alza, si bien aumentarían los importes a diferencia de 2013, cuando las cuantías retiradas por los usuarios disminuyeron un 1,22 % hasta los 109.223 millones de euros.