Si la jornada de ayer cerró con la lira alcanzando las 7 liras por dólar y las 8 liras por euro, sobre las 7:30 GMT la moneda turca regresaba a los 7,4 unidades por euro y los 6,5 por dólar.
Con ello, la moneda turca recuperaba un 8 % desde el mínimo histórico al que cayó en medio de un desplome que acentuó su devaluación hasta más del 43 % desde inicios de este año, aunque una hora más tarde parecía frenar la nueva tendencia.
La organización de empresarios turca Tüsiad y la Unión de Cámaras de Comercio y Bolsas de Turquía (TOBB) han instado hoy al Gobierno turco a adoptar medidas de austeridad y una política monetaria más estricta, lo que supondría una fuerte subida del tipo de interés básico, fijado actualmente en el 17,75 %.
"Además de los pasos positivos que tomó el CBRT (Banco Central) ayer por la mañana para la gestión de la liquidez, se debe adoptar una política monetaria más estricta para la estabilización monetaria", señalan Tüsiad y TOBB en un comunicado.
La nota alude a la decisión del banco emisor turco, anunciada el lunes, de inyectar unos 6.000 millones de dólares, oro por valor de 3.000 millones y 10.000 millones de liras, mediante la reducción de los límites de reservas de divisas permitidas a los bancos turcos, para garantizar la liquidez del sistema.
Esta mañana, el Banco Central informó de que sube en 1,5 puntos porcentuales, hasta el 19,25%, el tipo de interés pero solo en una licitación para depositar dólares a cambio de liras a dos semanas, hasta un volumen de 1.500 millones de dólares.
Por otro lado, el ministro turco de Finanzas, Berat Albayrak, informó este martes de que para el próximo jueves hablará, mediante teleconferencia, con directivos de diversas entidades financieras internacionales. Concretamente, el ministro mencionó los bancos Citi, Deutsche Bank y DOME & HSBC como coordinadores del evento, y aseguró que espera la participación de cerca de un millar de inversores.
La frágil situación económica de Turquía, agravada por su alta deuda en divisa extranjera y la gradual subida de tipos de interés en Estados Unidos, ha hecho pensar que Ankara se pueda ver obligada a solicitar ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, un portavoz de la entidad financiera dirigida por Christine Lagarde aseguró ayer a Efe que hasta el momento Turquía no ha pedido ayuda financiera al fondo por la abrupta depreciación de la lira y las recientes tensiones comerciales con Estados Unidos.
En su informe "Perspectivas Económicas Globales" publicado en abril pasado, el FMI advertía de que Turquía es uno de los mercados emergentes más vulnerables al ajuste monetario en EEUU y a la salida de flujos de inversión.