Según la última encuesta de gestores de fondos de Bank of America Merrill Lynch, la asignación de activos al mercado de renta variable estadounidense ha subido en 10 puntos porcentuales en agosto, con una media del 19% con recomendación de `sobreponderar¿, la cifra más elevada desde enero de 2015. EEUU se convierte, así, en la región favorita de los inversores globales por primera vez en 5 años.
Pese a las elevadas valoraciones que pueden presentar algunas compañías, como el sector tecnológico a juicio de los expertos, los gestores de fondos confían en los buenos resultados empresariales como motor de la principal plaza financiera del mundo. En concreto, un 67% de los encuestados considera que EEUU es la región donde mejor irán las cuentas de las empresas, un porcentaje que no se alcanzaba en los últimos 17 años.
No van desencaminados. Según la última estadística de FactSet, con un 90% de las empresas del S&P 500 habiendo publicado sus resultados trimestrales, el beneficio por acción del segundo trimestre habría crecido un 24,6% interanual, muy por encima del 20% que se contemplaba al inicio de la temporada de resultados.
El optimismo de los inversores demuestra que estos no tienen miedo a un ciclo alcista que está a punto de hacer historia. Desde principios el 9 de marzo de 2009, fecha en la que se considera que Wall Street inició su ciclo alcista actual, el S&P 500 se ha revalorizado un 320%, el Dow Jones un 285% y el Nasdaq Composite un espectacular 521%.
Aunque los expertos difieren sobre cuándo comienza realmente este último rally del mercado, si se toma como referencia ese mínimo marcado en marzo de 2009 y Wall Street mantiene las subidas, el 22 de agosto podría superar el anterior `bull market¿ más duradero, fechado entre octubre de 1990 y marzo del año 2000.
Las cifras no parecen dar vértigo a los expertos. Mucho más después de que Wall Street haya acabado este año con algunos mantras de la inversión como el ¿sell in may¿ (¿vender en mayo y marcharse¿). Desde principios de mayo, y pese a las recientes turbulencias, el S&P acumula una revalorización cercana al 7%.
Así, y ante la debilidad estacional que suelen presentar los meses de agosto y septiembre, los expertos de BofA Merrill Lynch aconsejan aprovechar los descensos para comprar. Las estadísticas históricas acompañan a aello. Según datos recopilados por Marketwatch, el S&P 500 cerró en positivo los meses de abril, mayo, junio y julio, algo que solo ha sucedido en otras 10 ocasiones desde 1950.Y en cada uno de esos años, los títulos de las cotizadas despidieron el año en positivo.
A pesar de apostar firmemente por Wall Street, la encuesta también expone algunos datos que evidencian la prudencia con la que los gestores globales se están tomando el mes de agosto. Por ejemplo, el nivel de efectivo en cartera ha vuelto a subir al 5%, desde el 4,7% registrado en julio, con lo que aún se mantiene muy por encima del 4,5% de media de los últimos 10 años.
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