Pues parece que a la cuarta tampoco irá la vencida y que el próximo presidente del Banco Central Europeo (BCE) tampoco será alemán. Según publica 'Handelsblatt', Angela Merkel aspira a que un alemán presida la Comisión Europea a partir de finales de 2019 en sustitución del luxemburgués Jean-Claude Juncker. Esta jugada requeriría un sacrificio para evitar un dominio casi absoluto de Berlín en las instituciones europeas, y sería el de la presidencia del BCE.
El mandato de su actual inquilino, Mario Draghi, venderá en octubre de 2019, y hasta la fecha el presidente del banco central alemán (Bundesbank), Jens Weidmann, parecía el candidato mejor colocado para tomar el relevo. Sin embargo, los planes de la canciller germana podrían enterrar esta opción.
QUINIELAS ABIERTAS
Esta posibilidad abre de par en par de nuevo las quinielas sobre quién sucederá a Draghi a partir de noviembre de 2019. Sobresale un nombre, el del finlandés Erkki Liikanen, del gusto de Alemania por su perfil ortodoxo. En esa línea figura también el holandés Klaas Knot.
Aunque el paso atrás de Alemania podría invitar a Francia a pasar al ataque para colocar a uno de los suyos en la presidencia del banco central. Destaca el actual gobernador del banco central francés, Francois Villeroy de Galhau, aunque París podría jugar la baza de proponer a una mujer, la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, para que fuera la primera presidenta del BCE.
En sus 20 años de historia, el Banco Central Europeo ha tenido tres presidentes. El holandés Wim Duisenberg (1998-2003), el francés Jean-Claude Trichet (2003-2011) y el italiano Mario Draghi (desde 2011). El cuarto estaba llamado a ser ya un alemán. Pero parece que Merkel tiene otros planes.
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