Powell+Trump+Reuters

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Mercados

Las presiones de Trump a la Fed enturbian el cónclave monetario de Jackson Hole

Llamado a ser un simposio para que los grandes de la banca central y varios de los principales economistas expongan e intercambien ideas, en esta ocasión las críticas del presidente estadounidense al banco central norteamericano condicionan el encuentro que arranca este jueves.

23 agosto, 2018 04:00

La agenda oficial dicta que los temas de discusión gravitarán en torno a `Los cambios en la estructura de los mercados y sus implicaciones en la política monetaria¿. La oficiosa, la de los pasillos, los cafés y tal vez las lecturas entre líneas, quién sabe si incluso con referencias directas, girará en torno a las presiones que el presidente de EEUU, Donald Trump, ha ejercido en el último mes sobre la Reserva Federal (Fed), el banco central norteamericano.

Sin duda, será el tema estrella en el simposio que, como cada finales de agosto desde hace 40 años, se celebrará entre el 23 y el 25 de agosto en Jackson Hole (Wyoming), organizado por la Fed de Kansas City -uno de los 12 bancos de distrito que configuran la cadena de la Fed- y que supone el gran cónclave monetario del año. Con el añadido de que el encuentro de este año será el primero para el nuevo presidente de la entidad, Jerome Powell, que relevó a Janet Yellen en febrero. Quien no acudirá será el `capitán¿ del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ni ningún otro miembro del Comité Ejecutivo de la entidad europea, según confirman desde la propia institución. La lista oficial de asistentes y conferenciantes se conocerá este mismo jueves.

UN MES SIN DESCANSO

Los aldabonazos de Trump comenzaron a mediados de julio. Primero, en una entrevista con la CNBC, reconoció abiertamente que la subida de los tipos de interés que está emprendiendo la Fed ¿no le emociona¿. ¿Estoy dejándoles hacer lo que creen que es mejor¿, llegó a afirmar. Semejante declaración, que lanzaba un auténtico torpedo contra la independencia de la Fed, tuvo que ser matizada de manera inmediata mediante un comunicado de la Casa Blanca en el que se aseguraba que ¿por supuesto, el presidente respeta la independencia de la Fed¿.

Sin embargo, horas después volvió a la carga. Además de acusar a China y la Eurozona de ¿manipular sus divisas¿ para debilitarlas y sacar réditos contra el dólar, cargó de nuevo contra la actual estrategia monetaria de Powell, que este año ha subido los intereses ya en dos ocasiones y que tiene previsto aumentarlos dos veces más hasta final de año. ¿Subir los tipos afecta a todo lo que hemos hecho¿, denunció.

Y tras un mes de silencio, ha retomado las presiones esta misma semana. En plena acumulación de disputas comerciales con China, la Eurozona y Turquía, el presidente estadounidense lanzó una petición a Powell: ¿Durante este periodo de tiempo la Fed debería darme algo de ayuda¿.

De manera inevitable, esta secuencia mete presión a una Fed cuya hoja de ruta contempla un repunte de los tipos en la siguiente reunión, la de los días 25 y 26 de septiembre. El mercado, de hecho, concede una probabilidad del 96% a que lo haga.

Y de manera especial pone en una posición delicada a Powell, que ahora afronta dos retos: el primero, defender la independencia de la entidad, un activo de valor incalculable para cualquier banco central; y el segundo, demostrar que no es una `marioneta¿ del presidente de EEUU por mucho que fuera él quien lo eligiera para suceder a Yellen. Sin duda, la intervención de Powell, prevista para la tarde del 24 de agosto, será escrutada al detalle desde la tensión aplicada por Trump.

TRUMP YA ESTUVO `PRESENTE¿ EN 2017

Trump y sus mensajes, por tanto, se abrirán paso entre la aristocracia monetaria que se citará en Jackson Hole. Y no será la primera vez, puesto que el año pasado ya recibió distintos recados por parte de los presidentes de la Fed y el BCE.

Yellen, por entonces al frente del banco central estadounidense, defendió la necesidad de no desmantelar ni relajar la reforma financiera emprendida en EEUU tras la crisis, una alusión directa a las intenciones de Trump de hacerlo. Y Draghi apeló a ¿resistir los impulsos proteccionistas¿ que entonces incubaba el presidente norteamericano y que en los últimos meses, al golpe de amenazas y aranceles, han ido cobrando forma. La amenaza que esta tensión comercial puede ejercer sobre el crecimiento mundial tampoco será obviada en Jackson Hole.

Ni Yellen ni Draghi estarán ya en la cita de este año. Pero sí lo estará Trump. No en persona, pero sí en el pensamiento, y en las palabras, sobre todo en las privadas, de los asistentes.