Las cifras de concesión de créditos al consumo, sumadas a una pequeña caída en las aprobaciones hipotecarias, probablemente alimentarán las preocupaciones de que la economía se esté debilitando antes del Brexit, mientras que las ventas de títulos de deuda podrían aumentar la inquietud sobre la financiación del déficit por cuenta corriente de Reino Unido.
El crecimiento del crédito al consumo se desaceleró desde el 8,8% de junio hasta una tasa anual del 8,5% en julio, lo que supone el crecimiento más lento desde noviembre de 2015.
En términos intermensuales, los créditos al consumo aumentaron en 817 millones de libras, frente a los 1.521 millones de junio y por debajo de todas las previsiones en una encuesta de economistas de Reuters.
Las aprobaciones hipotecarias para la compra de viviendas se redujeron de 65.374 a 64.768, ligeramente por debajo de las previsiones de los economistas, que esperaban 65.000.
Las ventas netas de deuda por parte de inversores extranjeros totalizaron 17.153 millones de libras, un aumento pronunciado desde los 1.362 millones de libras del mes anterior y el dato más alto desde que comenzaron los registros en julio de 1982.
En julio, la primera ministra Theresa May presentó sus primeras propuestas detalladas sobre los términos en que Reino Unido abandonará la Unión Europea en marzo del año próximo.