En un comunicado, la compañía estadounidense recordó el "compromiso de la administración Macri para estabilizar la economía mediante difíciles medidas de austeridad", aunque consideró que la "reciente presión sobre la moneda argentina podría amenazar la implementación efectiva de las medidas de ajuste, en ausencia de pasos adicionales para impulsar la confianza de los inversores".
En agosto, el peso argentino se desplomó un 34%.
Al respecto, S&P aseguró que "los eventos que debiliten la credibilidad de las políticas podrían tener un impacto en la inflación, las cuales aumentarían el riesgo de la huida de capitales y presionarían más el tipo de cambio", una combinación que, si persiste, "podría minar la estrategia de ajuste fiscal del Gobierno e incrementar su carga de deuda".
En el texto, la agencia informó de que el estatus de "revisión especial", que aplica sobre la calificación de "B+", dentro del considerado como "bono basura", será resuelta dentro de un periodo de tres meses.
Para mantener la nota de Argentina, la calificadora exigió que el Gobierno "logre reforzar la credibilidad en las políticas, conteniendo así las presiones sobre la moneda y permitiendo a las autoridades establecer gradualmente el escenario para una recuperación económica el próximo año".