Las cifras publicadas hoy por el Instituto de Estadística de Turquía (TÜIK) revelan que los sectores del transporte y de electrodomésticos fueron los que más subieron los precios al consumidor, con un encarecimiento del 27,13% y 23,7%, respectivamente.
La fuerte subida de la inflación coincidió en agosto con un desplome de la moneda nacional, la lira turca, que cayó cerca del 25% respecto al dólar y al euro en todo el mes.
El Banco Central de Turquía (TCMB) aseguró hoy, poco después de conocerse las nuevas cifras del TÜIK, que tomará medidas para estabilizar los precios y anunció una reunión del Comité de Política Monetaria el próximo día 13.
La inflación de agosto supera al tipo básico de interés fijado por el TCMB, del 17,5%.
"Los acontecimientos recientes respecto a las perspectivas de inflación indican riesgos significativos para la estabilidad de precios", señala el banco emisor en un comunicado.
"El Banco Central tomará las medidas necesarias para apoyar la estabilidad de precios", añade la nota, publicada en la web de la entidad financiera.
Según los economistas consultados por Efe, que estiman imprescindible una drástica subida de los tipos de interés, la inflación puede llegar al 20% a finales de año.
La devaluación de la lira turca, del 40% en lo que va de 2018, se aceleró en agosto debido al empeoramiento de las relaciones diplomáticas entre Ankara y Washington por la negativa de Turquía a liberar a un religioso estadounidense detenido en hace dos años en el país euroasiático bajo acusaciones de terrorismo.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que achaca la crisis de la lira a factores externos, ha abogado el pasado fin de semana por una reducción del peso de la moneda de Estados Unidos en el comercio internacional, informó hoy el diario Hürriyet.
"Estamos proponiendo comerciar en nuestras propias monedas en lugar de (hacerlo en) dólares estadounidenses", dijo el jefe de Estado y Gobierno turco en una cumbre en Biskek con mandatarios de Azerbaiyán, Kazajistán, Uzbekistán y Hungría.