Por David Milliken y William Schomberg
LONDRES (Reuters) - Cuando Mark Carney se mudó a Londres desde su Canadá natal en 2013 aceptó permanecer en el Banco de Inglaterra hasta 2018. Hace dos años, después de que Reino Unido votara en un referendum a favor del Brexit, extendió su mandato un año más, hasta junio de 2019.
Eso lo mantendría en su puesto hasta poco después de la salida de Reino Unido de la UE prevista en marzo del próximo año. Pero Londres y Bruselas aún no han acordado los términos de su futura relación, lo que plantea la posibilidad de un Brexit que podría ser perjudicial para la economía británica.
"Aunque ya acepté ampliar mi periodo para apoyar un Brexit suave, estoy dispuesto a hacer todo lo que pueda para promover un Brexit suave y una transición efectiva en el Banco de Inglaterra", dijo Carney a diputados en la Comisión del Tesoro del Parlamento.
"El canciller (el ministro de Finanzas Philip Hammond) y yo hemos hablado sobre esto. Esperaría que se haga un anuncio a su debido tiempo", agregó.
El diario Evening Standard dijo la semana pasada que Hammond quería que Carney permaneciera más tiempo en el Banco de Inglaterra, una medida que le permitiría al Ministerio de Finanzas centrarse totalmente en las negociaciones del Brexit en los próximos meses.
La libra esterlina recuperaba algunas pérdidas el martes después de que Carney dijera estar dispuesto a seguir en su cargo, pero las preocupaciones sobre el Brexit mantenían a raya los beneficios de la divisa.
La moneda británica sufrió el lunes su mayor caída diaria frente al euro en más de tres meses después de que el negociador de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier, expresara su firme rechazo a la última propuesta de Reino Unido.