El Gobierno estadounidense precisó que en los primeros once meses de este año fiscal, el déficit alcanzó los 898.000 millones de dólares, un 33% más que el mismo período del año anterior.
En lo que va de año, los ingresos han subido un 1%, mientras que los gastos se han incrementado un 7%.
La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO), un órgano no partidista, proyecta 895.000 millones de déficit para el cierre del presente año fiscal, que concluye el 31 septiembre, una cifra que en 2019 alcanzará los 981.000 millones y superará el billón de dólares en 2020.
Estas proyecciones actualizadas reflejan el enorme estímulo fiscal adoptado por el Gobierno del presidente, Donald Trump, ya que incluye la reforma fiscal aprobada en diciembre y que conlleva recortes de impuestos, y la ley de gasto público de marzo, con importantes alzas en el presupuesto de defensa.
El presidente Trump, no obstante, llegó a la Casa Blanca en 2017 con la promesa de reconducir el desequilibrio en las cuentas públicas y reducir los abultados déficit y la deuda federal.
La última vez que el Gobierno federal registró un déficit de 1 billón de dólares fue en 2012, bajo la presidencia de Barack Obama (2009-2017).