Se trata del quinto aumento mensual consecutivo, y el primer descenso en el ritmo interanual en lo que va de año. La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y alimentos por su volatilidad, ascendió un 0,1 % en agosto, mientras que comparado con el mismo mes del año pasado registró un incremento del 2,2 %, indicó el informe del Departamento de Trabajo.
El alza de los precios vino impulsada por el incremento en la vivienda, un 0,3 % en agosto y 3,4 interanual; la gasolina, que subió un 3 % el pasado mes y un 20,3 % en lo que va de año.
Los salarios reales han aumentado a un ritmo anual del 2,9 % en agosto, levemente por encima de la evolución de los precios y manteniendo así el poder de compra de los trabajadores. Tras conocerse el dato, Wall Street abrió con ganancias y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, ascendía un 0,66 % media hora después de la apertura.
En general, la tendencia alcista de los precios continúa, lo que servirá de argumento para que la Reserva Federal (Fed) siga con su estrategia de elevar los tipos de interés de manera "gradual" en lo que resta de 2018.
La Fed subió en junio los tipos al rango de entre el 1,75 % y el 2 %, después de elevarlos en marzo, y se prevé que lleve a cabo al menos dos subidas adicionales en lo que resta del año, dada la solidez de la economía estadounidense, con una tasa de desempleo que cerró agosto en el 3,9 %.
El banco dirigido por Jerome Powell cuenta con un doble mandato de estabilidad de precios, con una meta anual de inflación del 2 %, y promoción del pleno empleo.
Como consecuencia, los analistas apuntan a que el banco central estadounidense aumentará los tipos de interés en su próxima reunión del 25 y 26 de septiembre.
El crecimiento económico "prosigue ajustando el mercado laboral y sigue presionando al alza la inflación", afirmó Eric Rosengren, presidente de la Fed de Boston, en una entrevista reciente con el Wall Street Journal.
No obstante, Rosengren remarcó que "no se ve un gran y sorprendente aumento en la inflación", por lo que no hay razón para mover (los tipos de interés) con demasiada celeridad".
Al buen comportamiento económico también se suman las tensiones comerciales, como acicate de los precios.
En su informe de seguimiento de la actividad económica, conocido como "libro beige", la Fed señaló que los aranceles aplicados por el presidente Donald Trump a parte de las importaciones estadounidenses ha forzado al alza los precios de suministros.
"Los costes de proveedores han incremento más rápidamente que los de venta al público, aunque ha habido esfuerzos crecientes para pasar estas subidas de costes a los consumidores", remarcó el documento.
El agresivo proteccionismo comercial lanzado por Trump, con aranceles a las importaciones de acero y aluminio, ha provocado represalias por parte de algunos de los principales socios comerciales de EE.UU., como China o la Unión Europea, cuyos efectos se están comenzando a notar en los bolsillos de los consumidores y empresas del país.