El gasto destinado a protección social es el componente más importante del gasto público total en la UE. Esta partida incluye, entre otros, los gastos por enfermedad e incapacidad, las pensiones, las prestaciones por desempleo, las prestaciones para familias, hijos y de viudedad, así como la ayuda a la vivienda. En los últimos años, el promedio europeo ha aumentado desde el 38,2% registrado en 2007 hasta el 41,2% en 2016, según un análisis del Instituto de Estudios Económicos (IEE) a partir de datos de Eurostat.

Entre los países de la UE destaca, ante todo, Finlandia con un gasto en protección social del 45,8% sobre el total, figurando a continuación Alemania, Dinamarca, Francia y Luxemburgo con cifras superiores o en el entorno del 43%. Italia y Austria se sitúan por encima del 42%, al tiempo que Suecia y Grecia también superan el promedio de la UE-28. Portugal ya figura por debajo de la media con un 40,0%.

En España el gasto en protección social ha crecido a lo largo de los últimos años. En 2007 nuestro gasto se situaba en el 32,9% sobre el total aumentando a casi un 40% en 2016. Por debajo de nosotros figuran, entre otros, el Reino Unido, Bélgica, los Países Bajos e Irlanda, así como la totalidad de países de reciente adhesión, a excepción de Polonia. Cierran la clasificación Malta, la República Checa, Croacia y Hungría con cifras en torno al 31%.

Países

Gasto en protección social de las Administraciones Públicas (% sobre el total)

1. Finlandia

45,8

2. Alemania

43,6

3. Dinamarca

43,6

4. Francia

43,3

5. Luxemburgo

43

6. Italia

42,7

7. Austria

42,6

8. Suecia

41,7

9. Grecia

41,5

10. Polonia

41,2

12. España

39,9

Fuente: IEE