Invertia/Agencias

La presentación del nuevo plan de Aena estaba prevista en principio para el pasado 7 de junio, pero la victoria de Pedro Sánchez en la moción de censura que terminó con el PSOE en el Gobierno, retrasó dicha presentación. El Estado, a través de Enaire, es el principal accionista de Aena, con una participación del 51 % del capital.

Según explicó entonces la compañía, el plan estratégico se articula en diez líneas de acción que pasan por ampliar y adecuar la capacidad en los aeropuertos prioritarios; aprovechar los activos inmobiliarios disponibles; rediseñar los espacios comerciales; y atraer tráfico internacional, sobre todo desde Asia, a los aeropuertos de Madrid y Barcelona, según el documento comunicado a la CNMV.

También fija una política de dividendos que contempla el reparto del 80 % del beneficio neto individual de la sociedad, excluidas las partidas extraordinarias, de los ejercicios 2018, 2019 y 2020.

La expansión internacional se abordará con la colaboración de socios privados mediante la creación o adquisición de sociedades independientes para cada proyecto. Según Aena, se potenciarán alianzas estables con socios de referencia de perfil preferentemente financiero.

El gestor aeroportuario se propone consolidar y ampliar activos ya operados en el extranjero a través de Aena Internacional, como los aeropuertos de Luton (Reino Unido), México, Cartagena o Cali (ambos en Colombia). Además, a medio y largo plazo, se contempla la compra de activos internacionales de alto potencial a través de estructuras societarias en las que participen socios privados.

En el ámbito inmobiliario, el objetivo de Aena es aprovechar los suelos disponibles en colaboración con el sector privado y dinamizar la actividad económica en las ciudades aeroportuarias. La empresa -a través de su filial Aena Inmobiliaria- identificará a los socios potenciales por cada tipo de activo y diseñará un procedimiento transparente de selección.