Se trata de la primera caída en 41 meses, en momentos en que las continuadas subidas de los precios han generado preocupación sobre la posibilidad de que se esté creando una nueva burbuja inmobiliaria en España, que afectaría sobre todo al mercado de arrendamientos.
"Esta caída interanual del precio medio del alquiler después de casi cuatro años de subidas ininterrumpidas, refuerza la tesis de que los precios tienden a normalizarse en buena parte del país, salvo en algunas grandes ciudades como Madrid donde siguen creciendo a un ritmo cercano a los dos dígitos", dijo Beatriz Toribio, directora de Estudios de Fotocasa.
Los precios bajaron en agosto en 15 de las 17 comunidades autónomas y subieron sólo en Madrid y Comunidad Valenciana, un 7,2 por ciento y un 2 por ciento, respectivamente.
En el extremo contrario, Navarra encabezó la lista de descensos, con una caída del 21,6 por ciento en los precios.
La renta media de alquiler, 7,89 euros por metro cuadrado, se situó así en niveles de abril de 2011, comparado con un precio máximo de 10,12 euros por metro cuadrado alcanzado en mayo de 2007, según Fotocasa.
Barcelona fue la ciudad española más cara para alquilar una vivienda en agosto, seguida de Sitges, Calvià y Madrid.
En el caso de la capital española y Barcelona, los dos núcleos urbanos más poblados y con un mayor número de apartamentos turísticos del país, todos sus distritos registraron aumentos interanuales de precios, de acuerdo a Fotocasa.
España sufrió un profundo bache tras el estallido de la burbuja inmobiliaria que arrastró al conjunto de la economía entre 2008 y 2013, con descensos de los precios de venta y caídas en picado del volumen de transacciones.
Los expertos han advertido de que el precio del alquiler puede triplicar la inflación en los próximos tres años por una oferta insuficiente.
Diversos sectores están reclamando al Gobierno del socialista Pedro Sánchez medidas para frenar esta situación, aunque la aritmética parlamentaria está dificultando la acción del nuevo Ejecutivo en minoría.
Varias ciudades españolas - como Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla y Valencia - han aprobado normativas o están estudiando una regulación para reducir el alquiler turístico a través de portales como Airbnb y Homeaway.
(Información de Raquel Castillo, editado por Rodrigo de Miguel)