Pese al descenso, los activos y recursos financieros netos crecieron en el país un 3,9% en relación al dato de 2016, al alcanzar los 29.740 euros per cápita. Al mismo tiempo que los pasivos (deuda) disminuyeron un 0,2% por séptimo año consecutivo.
Como consecuencia, el índice de endeudamiento de los hogares cayó hasta el 66,1% el año pasado, lo que significa acumular más de 20 puntos porcentuales de descenso desde que comenzase la crisis del euro.
Además, los españoles procedieron a retirar dinero de los depósitos bancarios, que experimentaron una pérdida de poder adquisitivo de 325 euros per cápita, con el fin de invertirlo en los mercados de capital, lo que impulsó el rendimiento de esos activos financieros un 2,9%, casi un punto más que en 2016.
No obstante, la inflación también jugó un papel relevante el año pasado, pues el crecimiento de los precios provocó que el rendimiento real cayese por debajo del 1%, por primera vez en cinco años, cuando la inflación era moderada o había, incluso, deflación.
ESPAÑA, GANADOR DE LA POLÍTICA DEL BCE
Al analizar el conjunto de los últimos seis años, desde 2012, Allianz considera que el comportamiento de los hogares españoles no fue malo, ya que el rendimiento medio real ascendió al 4,4%, frente a, por ejemplo, Francia, donde fue del 3,6%, Alemania (2%) o Austria (1%).
Esta diferencia entre los distintos países miembros se debe al tipo de política que ha adoptado el Banco Central Europeo (BCE), ya que, como señala el informe de la aseguradora, los rendimientos negativos como consecuencia del aumento de la inflación, y esta, a su vez, debido a la política ultraexpansiva del BCE, "son solo una cara de la moneda de este tipo de política monetaria.
De hecho, los hogares españoles también fueron los que más se beneficiaron de las medidas tomadas por el BCE desde que Mario Draghi pronunciase su famosa frase en 2012 de que "haría lo que hiciera falta" para salvar el euro y comenzase a aplicar un descenso gradual en el precio del dinero, acompañado de la compra de deuda soberana.
Así, desde el comienzo de la expansión monetaria, los ingresos netos por intereses en España aumentaron en aproximadamente 140.000 millones de euros acumulados, frente a la pérdida de 110.000 millones en Alemania o el pequeño aumento de 4.000 millones en Francia.
Además, pese a que el Estado español, debido al aumento de la deuda, y los bancos, debido a la reducción de los márgenes de las tasas de interés, tuviesen que hacer frente a la caída de los ingresos netos por intereses, la compañías se beneficiaron de estos.
"El BCE hizo un gran trabajo para España", comenta la coautora del informe Arne Holzhausen. "La política monetaria no convencional suavizó el proceso de reestructuración después de la crisis y los hogares y las empresas españolas no perdieron el tiempo, lo aprovecharon al máximo. Es bastante impresionante la rapidez con que se modificaron los balances".
SEÑALES "PREOCUPANTES"
En el conjunto de las economías analizadas, los activos financieros de los hogares aumentaron un 7,7%, hasta los 168 billones de euros, aunque, según señala el director financiero de Allianz, Michael Heise, el ya anticipado fin de la política monetaria expansiva acabará con este optimismo.
"Lo bueno ya pasó", explica, "las señales son ya preocupantes: los tipos de interés crecientes, los conflictos comerciales y las políticas cada vez más populistas provocan tensiones y turbulencias; el primer mes de este año ya dio un amargo anticipo".
De hecho, solo el 42% de las nuevas inversiones llegaron a los bancos, frente al 63% del año anterior. En cifras absolutas, esto significó una caída de más de 390.000 millones de euros y un descenso del crecimiento de los depósitos de dos puntos, como consecuencia del aumento de la inflación.
Como resultado, las pérdida en el poder adquisitivo de los depósitos bancarios se dispararon de forma paralela. El informe estima hasta 400.000 millones de euros solo en 2017.
La lista de los países más ricos del mundo por activos financieros la encabeza Suiza, donde aumentaron un 6,7%, hasta 173.990 euros per cápita, seguido de Estados Unidos, donde crecieron un 8,9%, hasta 168.640 euros, y de Suiza, con un ascenso del 5,1%, hasta 98.380 euros.