Por Rania El Gamal
Arabia Saudí, el principal productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), recibió la semana pasada nuevas presiones de parte del presidente estadounidense, Donald Trump, para que enfríe los precios del petróleo antes de una reunión en Argel entre varios ministros y aliados del cártel, incluida Rusia.
Dos fuentes familiarizadas con la política de la OPEP dijeron que Arabia Saudí y otros productores debatieron sobre un posible aumento de la producción de aproximadamente 500.000 barriles por día entre el cártel y los países aliados del grupo.
Pero Riad decidió no ejercer presión para un aumento oficial en este momento, puesto que se dio cuenta de que no aseguraría el acuerdo de todos los productores presentes en las conversaciones, algunos de los cuales carecen de capacidad de producción adicional y no podrían aumentarla rápidamente.
Esa decisión habría alterado las relaciones entre los productores, dijeron las fuentes, y los sauditas desean mantener la unidad entre la llamada alianza OPEP+ en caso de que Riad quiera cambiar de rumbo en el futuro y busque su colaboración para un recorte de la producción.
"Sólo quedan dos meses hasta finales de año, entonces ¿por qué crear tensiones ahora entre Arabia Saudí, Irán y Rusia?", dijo una fuente familiarizada con las discusiones en Argel.
MÁS RIESGOS PARA LA DEMANDA
El ministro de Energía de Arabia Saudí, Khalid al-Falih, dijo el domingo que estaba preocupado porque los aumentos de la producción petrolera, principalmente de EEUU, pudieran superar un alza proyectada en la demanda de crudo y dar lugar a un exceso de existencias en todo el mundo.
"Hay más amenazas de demanda el próximo año en comparación con las amenazas de suministro", dijo una segunda fuente con conocimiento de las conversaciones.
Sin embargo, la gran incógnita es en qué medida Irán se verá obligada a reducir la producción el próximo año a medida que los clientes en Europa y Asia abandonen su petróleo como respuesta a las sanciones de EEUU.
Fuentes conocedoras de los planes de producción de Arabia Saudí dijeron que el reino aumentaría la producción en unos 200.000 ó 300.000 barriles por día en septiembre y octubre, además de los 10,4 millones de barriles por día que produjo en agosto, para satisfacer la demanda adicional de clientes, principalmente en Asia.
Arabia Saudí, el mayor exportador de petróleo del mundo, es el único con suficiente capacidad adicional para aumentar la producción rápidamente, equilibrando la oferta y la demanda. Por el momento, Riad está reuniendo datos y no ha decidido cuál será su curso de acción exacto para 2019.
Si la oferta iraní resulta más ajustada de lo previsto y los precios suben aún más, un aumento formal de la producción de la OPEP y sus aliados el próximo año todavía puede ser posible y se debatirá en una reunión del 6 al 7 de diciembre, dijeron las dos fuentes.